El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump fue imputado este martes de cuatro cargos por supuestamente intentar revertir el resultado de las elecciones de 2020, en las que perdió frente al demócrata Joe Biden, y que culminaron con el asalto de sus seguidores al Congreso de Estados Unidos el día en que este iba a ratificar la victoria de su rival.
Según un escrito judicial, un gran jurado de Washington DC lo acusó formalmente de conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción de un procedimiento oficial y conspiración contra los derechos de los ciudadanos.
Los cargos contra Trump son extremadamente serios, dado que en la imputación se afirma que «el acusado difundió mentiras» e hizo afirmaciones acerca del presunto fraude electoral cometido por Joe Biden «que sabían que eran falsas».
El equipo de campaña de Trump reaccionó de inmediato y afirmó que la acusación es «el último capítulo corrupto» para entrometerse en las elecciones presidenciales de 2024.
Es la tercera vez en cuatro meses que Trump es imputado por algún delito. En las dos ocasiones anteriores fue por violación de las regulaciones de las campañas electorales y por la retención de más de cien documentos, algunos de ellos conteniendo secretos de Estado, que se llevó tras dejar la Casa Blanca.
Es probable que en los próximos días sea imputado de nuevo, esta vez por el estado de Georgia, por tratar de robar las elecciones allí.
El caso de los documentos, que se dirime en Florida, también ha sido investigado por Smith, mientras que el del intento de robo de las elecciones lo será en la ciudad de Washington. Esos dos casos son del Estado federal, y son los que potencialmente tienen un mayor peligro legal para Trump. El de violación de las campañas electorales se basa en el dinero que Trump dio a una actriz pornográfica, Stormy Daniels, y a una modelo erótica, Karen McDougal, para que no hablaran de las relaciones extramatrimoniales que el entonces candidato había tenido con ellas. Ese caso está siendo dirigido por la Fiscalía del Sur Manhattan, en Nueva York, y es, según los expertos legales, el más débil de los tres.
Pese a todo esto, Trump es el candidato favorito del Partido Republicano a las elecciones de 2024 y, según una encuesta publicada ayer por el New York Times, está empatado en intención de voto con Joe Biden. Según la legislación estadounidense, puede presentarse a las elecciones (aunque no votaría en ellas) incluso aunque haya sido declarado culpable y esté en la cárcel.
El ex presidente ha declarado que, si ése fuera el caso y ganara, se otorgaría a sí mismo un perdón presidencial para salir de prisión. , si bien eso solo es aplicable en los delitos federales. Es decir, Trump solo podría autoperdonarse en los casos de los documentos secretos y del fraude electoral, pero no en los de presunta violación de la legislación de las campañas electorales ni en los de la interferencia en Georgia, siempre y cuando, claro está, fuera condenado por ellos. Trump también ha insinuado que sus seguidores podrían volver a cometer actos violentos si él va a la cárcel.