En medio de crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y México, el presidente Donald Trump informó haber sostenido una “muy productiva” conversación telefónica con la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, sin ofrecer mayores detalles sobre los temas abordados.

El anuncio fue hecho por el propio mandatario estadounidense el miércoles 16 de abril a través de su cuenta en la red social Truth Social, donde también mencionó encuentros con delegaciones comerciales de Japón, China e Italia.

Ayer tuve una muy productiva llamada con la presidenta de México (…) Cada nación, incluyendo a China, quiere reunirse. ¡Hoy, Italia!”, escribió.

En respuesta, la presidenta Sheinbaum confirmó la llamada mediante un breve mensaje en su cuenta de X (antes Twitter):

Como lo menciona el presidente Trump en su cuenta, fue muy productiva. Seguiremos dialogando para alcanzar buenos acuerdos que beneficien a nuestros países y nuestros pueblos”.

Aunque ambos líderes calificaron el diálogo como positivo, no se revelaron detalles específicos sobre los temas discutidos. No obstante, se presume que en el centro de la conversación estuvieron las recientes amenazas de Trump de imponer nuevos aranceles a productos mexicanos, especialmente a raíz de su insistencia en que México intensifique su lucha contra el narcotráfico, el tráfico de fentanilo y la migración irregular.

Entre las medidas más recientes anunciadas por el gobierno de Trump destaca la posible imposición de un impuesto del 21% a las importaciones de aguacate mexicano, que podría entrar en vigor a partir del próximo 14 de julio. Este nuevo arancel se sumaría a los gravámenes del 25% al acero, aluminio y productos automotrices, que ya están en vigor.

En este contexto, el gobierno de Sheinbaum ha optado por una estrategia de diálogo y diplomacia, buscando mantener abierta la vía de negociación con Washington y evitar nuevas sanciones comerciales. Según fuentes cercanas a la negociación, México ha ofrecido mayor cooperación en los temas de interés prioritario para la Casa Blanca como moneda de cambio.

Aunque la mandataria mexicana no logró evitar los aranceles ya aplicados a sectores industriales clave, ha buscado compensar mediante acuerdos bilaterales de reciprocidad arancelaria, intentando mitigar el impacto económico para el país.

La relación comercial entre ambas naciones enfrenta así un nuevo capítulo de tensión, en un momento crítico para ambas economías, mientras el diálogo entre Trump y Sheinbaum podría marcar el rumbo de los próximos acuerdos en la agenda bilateral.