El Gobierno de Estados Unidos reabrirá esta semana su embajada en Ucrania, cerrada tras el comienzo de la invasión de Rusia, y cree que, con la oportuna asistencia, Kiev puede ganar esta guerra, de la que este domingo se cumplieron dos meses.

«El primer paso para ganar es creer que puedes ganar y nosotros creemos que Ucrania puede ganar si recibe el apoyo que necesita», aseguró hoy el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, quien visitó este domingo Kiev junto al secretario de Estado, Antony Blinken, y se reunió con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

En medio de la sorpresiva y breve visita de los dos altos funcionarios de EE.UU. a Kiev, llevada a cabo en el mayor de los hermetismos, se supo que Washington reanudará su actividad diplomática en Ucrania esta semana con el regreso de su personal inicialmente a la ciudad de Leópolis, en el oeste del país, una población cercana a la frontera con Polonia que no ha sufrido apenas los bombardeos del Ejército ruso.

Así, la administración de Joe Biden anunciará oficialmente en breve el nombramiento de un nuevo embajador en Ucrania, cargo que recaerá en Bridget Brink, diplomática de carrera que actualmente es la titular de la embajada estadounidense en Eslovaquia, según medios locales norteamericanos.

Además, Blinken y Austin le dijeron a Zelenski que la administración Biden proporcionará unos 713 millones de dólares adicionales de ayuda militar a Ucrania y una docena de otros países. La financiación permitirá a esos países comprar nuevas armas para aumentar sus existencias o, en algunos casos, reponer las proporcionadas a Ucrania en su defensa de Rusia.

Esta visita estadounidense a Kiev se llevó a cabo bajo un hermetismo absoluto, después de que varios líderes europeos viajaran a la capital ucraniana para entrevistarse con Zelenski, mostrarle su apoyo y anunciar nuevas ayudas económicas y militares al país.