El mandatario ucraniano, Volodomir Zelenski, recorrió el suburbio al noroeste de Kyiv el lunes después de que las fuerzas ucranianas lo retomaran en los últimos días. 

Repitió sus acusaciones de que Rusia cometió «crímenes de guerra» y «genocidio» después de que funcionarios dijeron que más de 400 personas, que se creía eran civiles, fueron encontradas muertas. 

Las autoridades locales de Bucha, una pequeña localidad al noroeste de Kiev, dijeron que debieron cavar fosas comunes para sepultar los cuerpos, incluyendo algunos con las manos atadas a la espalda, mientras las imágenes de cadáveres en las calles estremecían al mundo a más de un mes de la invasión rusa.

Rusia por su parte ha negado las acusaciones de que sus soldados mataron a civiles en Bucha, este lunes desmintió «categóricamente todas las acusaciones» y aseguró que los expertos del ministerio ruso de Defensa descubrieron señales de «falsificaciones de los videos».

Pero la condena fue rápida y mandatarios occidentales, la OTAN y la ONU expresaron su horror por los informes de civiles muertos en Bucha y otros lugares de la región de Kiev.

El Secretario General de la ONU y la Alta Comisionada para los Derechos Humanos han asegurado que es esencial una investigación independiente sobre las muertes de civiles en Bucha, en Ucrania. La Misión de Observación de los Derechos Humanos visitará la ciudad lo antes posible.