Por: Jorge Maldonado Díaz

Para regular el uso de juegos pirotécnicos en Nuevo León, la bancada de Movimiento Ciudadano presento una iniciativa de reforma a la Ley del Medio Ambiente en el Estado.

El coordinador de la Bancada Naranja en el Congreso del Estado, Eduardo Gaona Domínguez, dijo que con estas modificaciones se le estaría dando más facultades al Estado y los municipios a fin de que puedan evitar el uso de la pólvora en eventos públicos y privados.

De los 51 municipios del Estado, solamente algunos han prohibido la instalación de ferias del cohete pero faltan muchos por sumarse”, dijo.

En la iniciativa, se promueve que la Secretaría de Medio Ambiente tenga atribuciones para regular los eventos en donde se considere el uso de pirotecnia, con el fin de reducir la contaminación.

El Diputado señaló que también se busca habilitar al Estado y a los municipios para que eviten el uso de pirotecnia en sus propios eventos.

Además, se contempla dar facultad a los Ayuntamientos para que puedan condicionar la entrega de permisos para eventos públicos o privados y evitar así que se utilicen juegos pirotécnicos.

Creemos en la Bancada Naranja que ésta es una aportación que estamos haciendo al Estado en cuanto a mantener y colaborar a que todas y todos tengamos un aire limpio, un aire que tanta falta nos hace en estos momentos”.

“Lo que queremos hacer aquí es una reforma para que a nivel Estado se pueda regular”, manifestó el legislador del partido naranja.

Además de mejorar la calidad del aire, Gaona Domínguez indicó que la iniciativa también ayudará a combatir otros problemas.

Entre los que se encuentra la contaminación acústica, que afecta a personas y animales; además de evitar posibles accidentes.

La Organización Mundial de la Salud estima que el límite recomendable de sonido apto para la salud auditiva de los humanos es de 65 decibelios”.

“Sin embargo, en el momento en que un artificio pirotécnico estalla, el sonido puede alcanzar hasta los 190 decibeles, siendo este número casi tres veces más fuerte que lo que el oído de un adulto puede soportar, siendo el de los bebés y adultos mayores mucho más vulnerable”, señala la iniciativa.