El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó este lunes sus oraciones por los fallecidos en el gélido temporal Elliot, que ha dejado más de 50 muertos durante estas Navidades, 27 de ellas en el oeste de Nueva York.
El mandatario llamó a la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, para ofrecerle apoyo para enfrentar los estragos que ha dejado la tormenta en ese estado, que acumula cerca de la mitad de las muertes.
“Mi corazón está con aquellos que perdieron a sus seres queridos este fin de semana festivo. Están en mis oraciones y en las de (la primera dama) Jill”, dijo el mandatario en Twitter.
El mensaje estuvo acompañado de una fotografía de Biden en un despacho llamando a Hochul, con quien habló para “obtener una actualización sobre el clima invernal extremo que azota a Nueva York”.
“Estamos listos para asegurarnos de que tengan los recursos que necesitan para superar esto”, prometió.
Medio centenar de personas han fallecido por los estragos de la tormenta Elliot que ha azotado esta Navidad a Estados Unidos desde la zona de los Grandes Lagos, en la frontera con Canadá, hasta el río Bravo (también río Grande), limítrofe con México.
Más de 200 millones de estadounidenses, alrededor del 60% de la población, se ha enfrentado a algún tipo de aviso o advertencia relacionado con el clima invernal y las temperaturas cayeron drásticamente por debajo de lo normal desde el este de las Montañas Rocosas hasta los Apalaches.
“Gran parte del este de Estados Unidos seguirá congelado este lunes y comenzará una tendencia a la moderación el martes”, informó este lunes el servicio meteorológico nacional, el National Weather Service (NWS).
El organismo advirtió que en algunas zonas sigue siendo “peligroso” viajar por carretera a raíz de la nieve, pero pronosticó que las condiciones mejorarán dentro de un par de días.
Elliot provocó miles de retrasos aéreos y la cancelación del 20% de los vuelos en la víspera de Nochebuena y Navidad, cuando miles de personas intentaban reencontrarse con sus familias.
En varias ciudades de la costa este e incluso del estado de Florida, los termómetros marcaron mínimas que no se veían desde las Navidades de 1983.
La ciudad de Nueva York vivió el día de Navidad una temperatura mínima de 10.5 °C bajo cero, algo no visto desde 1872.