El contar con agua potable de calidad y a toda hora ha sido para los nuevoleoneses una batalla durante toda su existencia. Una batalla pagada, centavo a centavo, con el dinero de sus bolsillos.
La misma historia de la ciudad y de la empresa descentralizada Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey nos dice que, en 1945 el gobierno del estado compró a los canadienses todo el sistema operativo y de distribución existente, pagando 8 millones 270 mil pesos, por supuesto, con fondos públicos.
Así, la construcción de presas, acueductos, tanques de almacenamiento, líneas de distribución, plantas potabilizadoras, líneas de drenaje sanitario y plantas de tratamiento que hoy permiten contar con el suministro de agua potable las 24 horas a más del 95 por ciento de la población, un sistema de saneamiento casi del 100 por ciento. son resultado de créditos otorgados por instituciones bancarias nacionales o internacionales.
Desde 1974 se contó con un crédito para la construcción de obras, lo hizo Banobras por 420 millones de dólares; en 1980 el BID otorgó otro por 90 millones de dólares y Banobras otros 112 millones de dólares, así se fueron construyendo los programas Monterrey I, II y III, nombrados así por ser consecutivos y complementarios en las obras.
Construir las presas Cerro Prieto y el Cuchillo no se logró con las finanzas propias de Nuevo León, fue necesario pedir prestado; en 1994 los créditos fueron por 469 millones de dólares algo así como 5 mil millones de pesos de aquél entonces por el BID y BANOBRAS, instituciones que sólo aprueban los créditos a instituciones solventes, con buen historial crediticio y futuro prometedor en sus finanzas.
Es por ello que la frase del Gobernador Alfonso Martínez Domínguez sigue estando vigente. “El agua más cara es la que no se tiene”, acuñada durante su tercer año de gobierno, cuando la crisis de escasez de agua potable se manifestaba en las calles y amenazaba con parar la industria regiomontana.
Tan célebre fue la frase de Don Alfonso, porque luego de anunciar la construcción de la Presa Cerro Prieto y sus obras complementarias, las tarifas de agua aumentaron un 70 por
ciento de la noche a la mañana.
Hay que aceptarlo: “El agua más cara es la que no se tiene”, aunque aumenten las tarifas, pero tampoco olvidemos exigir que sea durante 24 horas y de calidad.
@angelicasvalle