Por: Angélica Valle

Relación lógica entre dos cosas o entre las partes o elementos de algo de modo que no se produce contradicción ni oposición entre ellas. 

Así simple, sin rebuscamientos, es el significado de la palabra coherencia.

Es una acción que en esta época electoral deberán colocarse los aspirantes políticos en el cerebro como un chip, una especie de alarma que les permita reflexionar y hacer una pausa cuando declaran ante los representantes de los medios de comunicación, que al final de cuenta es a la sociedad.

Ayer hablamos entre el decir y el hacer, y de nuevo toma relevancia el tema cuando escuchamos «el aval» a la convención estatal del Partido Acción Nacional para «elegir» a su candidato a la gubernatura que da el Secretario de Salud en Nuevo León.

Que, entre paréntesis, resulta un gasto inútil, pero sobre todo un acto desafiante en estos tiempos de pandemia, pero en fin, dejemos que los directivos panistas en Nuevo León, elijan de manera democrática a su candidato.

¿Cuál es realmente el deseo o la aspiración de Manuel de la O al avalar la realización de 61 eventos en todo el estado para elegir a un representante político, cuando por su posición y ante la situación provocada por el COVID-19 decretan cerrar todo el sector comercial los domingos?

¿Por qué la duda? Primero, porque todo el tiempo ha pedido que la gente se guarde, que se pare la movilidad; segundo, porque todo el tiempo ha dicho que no cuenta con el suficiente personal para vigilar a toda la población; tercero, porque no mide con la misma vara y, entonces, pierde la coherencia.

De la O Cavazos no puede anteponer la «democracia» a la pandemia y Acción Nacional no debe forzar situaciones que en lugar de mejorar su imagen ante los ciudadanos lo vuelve tiro al blanco, porque realmente sus directivos no están pensando en la sociedad, está tratando de seguir dando una cara y escondiendo la real: ser un partido impositivo -aunque no es el único-.

Ya veremos para mediados de enero cómo se disparan los contagios de COVID-19, pero antes, veremos cómo reaccionan los comerciantes y los dueños de salones de fiesta el mismo domingo 10 de enero, cuando los panistas vayan a votar.