Cuando a usted le dicen que si no llueve ni ahorra agua no la tendrá, más vale que no lo piense y cambie el “chip” de sus usos y costumbres sobre el agua.
“Para esto nada más hay dos soluciones, o llueve o dejamos de tirar el agua; es un tema de naturaleza, o se viene una fuerte lluvia o dejamos de tirar el agua, si no suceden las dos puede llegar la crisis”, fue la declaración de Samuel García al presentar la situación de alerta/crisis sobre el abastecimiento de agua potable a la población.
Es cierto que todos somos parte del problema, y en ese todo están las autoridades, que reconocemos que están haciendo lo propio, pero por desgracia es una administración gubernamental nueva, en donde el rezago es la constante y en donde el que llega sale “novateado”.
Eso parece suceder con el nuevo director de Agua y Drenaje de Monterrey que ante gráficas que muestran caídas sorprendentes en cuanto a los niveles de las presas, el ancho de la brecha entre oferta y demanda se queda corto ante la realidad, y aún así, insiste en que habrá agua para todos… un chorrito, pero tendrán agua.
Juan Ignacio Barragán no tiene culpa alguna de la situación, requiere, eso sí, de exigir que no le quieran contar las muelas, que no le digan que el equilibrio está en administrar las fuentes y le presenten una proyección que dice que sumaran fuentes por períodos y en otros las restarán. O al menos eso informa la gráfica y en donde claramente se ve que dichas fuentes no se sumaran todas al mismo tiempo, para dar esa oferta de 4,254 lps que se pretende obtener de las nuevas fuentes.
En tanto se da esa incorporación, poco a poco, las presas quedarán en su mínimo nivel de operación, no tendrán agua. Sin contar que no todas las instalaciones hidráulicas de AyD son las adecuadas para determinados flujos, mucho menos para extraer agua de tan mala calidad que ni siquiera podrán potabilizar.
Si consideramos la conservadora demanda de 15 mil lps que dice Barragán, ya hoy hay un déficit de 2,500 lps. En el verano pasado, en pleno auge de la pandemia, cuándo TODO tenía que estar limpio y reluciente y a cada rato nos lavábamos las manos, o quien salía llega a su casa después de trabajar antes de nada se bañaba, la demanda subió a 17 mil lps. Ya entonces la Presa Cerro Prieto tenía un 60 por ciento de su llenado.
Por “falla” o “sobre carga” eléctrica hace 10 días 500 colonias registraron corte en el suministro entre 24 y 48 horas. Desde este miércoles la mayor parte de la zona cumbres del quinto sector hacia García o no tienen o la presión es muy baja.
Este miércoles se decidió disminuir la presión en algunos sectores de Santa Catarina, San Pedro y Guadalupe, la idea es darles a todos, aunque sea “poquito”, el problema es que muchas veces ese “chorrito” no es suficiente para que la tubería y maquinaria opere.
Señor Gobernador, no se trata solo de pedir que se cierre la llave, que se ahorre el agua, ya está haciendo lo propio, pero NO diga que no habrá cortes en el suministro.
Llamemos a las cosas por su nombre: hay escasez de agua y aun cuando se ahorre la posibilidad de que haya cortes no está lejana… simplemente no habrá que cortar el suministro porque no habrá de dónde obtenerla o hacerla llegar será costoso.
Por su parte, la naturaleza ya nos avisa que la temporada de lluvias en Nuevo León se retrasará.