Al menos 50 personas murieron, cinco de ellas niños, y decenas más resultaron heridas este viernes cuando dos proyectiles impactaron en una estación de trenes repleta de ciudadanos evacuados en el este de Ucrania, dijeron las autoridades locales, mientras la región se preparaba para otra contundente ofensiva de Rusia.
Pavlo Kyrylenko, jefe de la administración militar regional de Donetsk, donde se produjo el ataque, dijo que 98 heridos, 16 niños, 46 mujeres y 36 hombres, fueron trasladados a hospitales locales.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo anteriormente que casi 300 personas resultaron heridas en el ataque.
En un discurso ante el Parlamento de Finlandia este viernes, Zelensky dijo que «los militares rusos atacaron la terminal ferroviaria», y añadió: «Hay testigos, hay videos, hay restos de los misiles y gente muerta».
Zelensky añadió que «la gente (estaba) amontonada esperando que los trenes fueran evacuados a territorio seguro». «¿Por qué necesitan golpear a los civiles con misiles? ¿Por qué esta crueldad que el mundo ha presenciado en Bucha y otras ciudades liberadas por el Ejército de Ucrania?», preguntó Zelensky a los legisladores.
La policía local dijo en un comunicado que los misiles alcanzaron una sala de espera, donde «cientos de personas estaban esperando el tren de evacuación».
«Esta es otra prueba de que Rusia está matando brutal y bárbaramente a los civiles ucranianos, con un solo objetivo: matar», dijo el alcalde de Kramatorsk en un comunicado.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos, calificó el ataque como una «atrocidad horrible» y lamentó la continua muerte de civiles en Ucrania.
«El ataque a una estación de tren ucraniana es otra atrocidad horrible cometida por Rusia, que atacó a civiles que intentaban evacuarse y ponerse a salvo», escribió en Twitter.