Se mantiene Putin como presidente de Rusia con el 89% de aprobación

0
53

Lejos de haber perdido el control de su país, el presidente ruso parece haberlo consolidado y acaba de imponerse en unas elecciones celebradas el fin de semana con sus principales opositores exiliados, presos o impedidos de participar.

Putin obtuvo el 87.8% de los votos con el 60% de las papeletas escrutadas y una participación del 74,22% del electorado, 7 puntos más que en los pasados comicios de 2018.

 

«Por mucho que hayan intentado asustarnos, reprimir nuestra voluntad, nuestra conciencia, nadie lo ha logrado en la historia. Fracasaron ahora y fracasarán en el futuro», afirmó el líder ruso en un discurso tras confirmarse su victoria.

Vladimir Putín agradeció en especial a «nuestros guerreros en la línea de contacto», en referencia al frente de la guerra en Ucrania.

En segundo lugar quedó el comunista Nikolai Kharitonov con algo menos del 4%, mientras el exportavoz parlamentario Vladislav Davankov y el nacionalista Leonid Slutsky ocuparon el tercer y cuarto puestos. Todos ellos son políticos afines a Putin.

Al menos 80 personas fueron detenidas por participar en protestas en varias ciudades durante la jornada electoral del domingo.

A la edad de 71, el presidente ruso se apresta iniciar un mandato de seis años hasta 2030 y puede volver a ser reelecto hasta 2036, tras reformar las reglas que limitaban el tiempo que permanecería en el cargo.

De completar su próxima etapa superaría a Josef Stalin -que gobernó por 31 años- como el líder ruso que más tiempo permanezca en el poder en dos siglos.

Algunos especialistas han advertido que Putin podría haber alcanzado recientemente su momento de mayor fortaleza y se espera que esta reelección sea utilizada por su gobierno para mostrarlo como un líder popular, con escasos críticos a nivel doméstico.

Pero, ¿es realmente Putin más poderoso que nunca?

Ascenso y permanencia

Cuando Putin llegó a la cima del Kremlin en 1999, elegido por el presidente Boris Yeltsin como su sucesor, era un virtual desconocido dentro de la misma Rusia.

Nadie parecía aventurar que aquel exmiembro del servicio de seguridad soviético KGB pudiera mantenerse en el cargo hasta hoy