Monterrey, NL. Los obreros y obreras, protagonistas fundamentales del desarrollo de la industria en la entidad son el eje central en que gira el libro Memoria Industrial, publicado por Conarte, que hoy fue presentado en el marco del XI Congreso Internacional sobre Patrimonio Industrial. Tendencias y nuevas representaciones, que se realiza en nuestra ciudad.

Los testimonios, estilos de vida y experiencias de quienes mantuvieron durante muchos años, incluso durante generaciones, un estrecho vínculo con las fábricas regiomontanas son componentes esenciales para dimensionar el rico legado histórico y sociocultural que se posee en Nuevo León.

El libro fue realizado por los historiadores Camilo Conteras Delgado, director regional de El Colegio de la Frontera Norte y César Morado, director del Centro de Estudios Humanísticos UANL; las fotografías son de Perla Tamez.

El tema central de las memorias del trabajo y la fábrica se divide en Paisaje industrial, Recuperar la memoria, Vida de barrio obrero, Arte, industria y memoria y La herencia.

Para comentar el libro estuvieron el propio Conteras Delgado y Denisse Carpinteiro, quien forma parte del equipo de la Coordinación de Patrimonio Cultural de Conarte.

César Morado y yo decidimos trazar un guion, donde se privilegiará la parte de la memoria y cosas que a veces no tocamos mucho en los libros sobre patrimonio, tratar de ver de conjunto”, manifestó Conteras Delgado.

“Son temas que van de lo más general, tratamos el paisaje industrial para no solo ver el sitio o la fábrica, sino también las colonias, los barrios y fue muy interesante recuperar información, sobre todo a través de entrevistas a extrabajadores.

“Y esto tuvo sus retos, porque fue durante la pandemia y tratábamos con gente mayor; afortunadamente, sus familiares nos ayudaban a conectarlos a través un celular o computadora y fue como pudimos rescatar algunos de sus recuerdos y experiencias de trabajo”, explicó el historiador.

El primer capítulo es Paisaje industrial; el segundo fue sobre recuperar la memoria, en el que incluso se habla de la importancia del deporte en los gremios obreros, las organizaciones laborales, la religiosidad y algunos intangibles como son los silbatos y estas formas de marcar los tiempos en las empresas, apuntó Contreras Delgado.

 

Hay un capítulo sobre la vida del barrio obrero y otro sobre la cuestión de la industria y memoria, y la mirada del trabajo a través del arte; vimos desde artes plásticas, la literatura, artistas que llegaron a Monterrey y que representaron la vida obrera en Monterrey.

“Pero hay una parte que me lleva al optimismo, porque estudiar el patrimonio también requiere de miradas diferentes de las que estamos acostumbrados en las disciplinas ya tradicionales como la historia, la sociología, la antropología, y la arqueología; ver desde las artes visuales es muy diferente, es otro ángulo y crítico. Hay un trabajo muy interesante de Lorena Estrada y Futuro Mocada, que es una intervención con fotografías y que narra de manera gráfica el cierre de fundidora”, señaló.

Y finalmente, añadió, se tiene el capítulo que aborda el tema de la herencia que tenemos en la ciudad, que se refiere a la documentación como archivos históricos públicos y privados, parques, museos, pero también la forma en que han sido intervenidos.

Y terminamos haciendo una propuesta sobre el tema de centros de interpretación, que nos hacen falta”, mencionó.

El libro Memoria Industrial puede ser adquirido en la Librería Conarte, ubicada en el Museo Estatal de Culturas Populares, (Abasolo y Mina, Barrio Antiguo de Monterrey).