Los incendios forestales en España, los cuales han consumido más de 25 mil hectáreas en Zamora, Castilla la Mancha (oeste) y otras 5 mil en distintas áreas de Navarra y Cataluña (este), siguen sin poder controlarse este domingo, a pesar de las lluvias de las últimas horas y una bajada en las sofocantes temperaturas de las últimas jornadas.

Se trata del incendio forestal más grave de España en los últimos diez años, por ahora, su perímetro sigue estabilizado gracias un gran esfuerzo de los equipos de extinción terrestres y aéreos y un cambio de las condiciones atmosféricas, aunque con riesgo de que el viento reavive el fuego.

En la región de Navarra (norte), cinco incendios evolucionan sin control y se han evacuado varias poblaciones, y hay fuegos activos en Aragón y Cataluña (noreste).

En las regiones de Castilla-La Mancha (centro) y Comunidad Valenciana (este) se consideran controlados.

Mientras que en la Sierra de la Culebra, en la región de Castilla y León, comenzó el miércoles a causa de unos rayos y ha afectado a casi una cuarta parte de la masa arbórea de esta reserva natural, un gran desastre ecológico con repercusiones socioeconómicas graves.

Después de tres días en los que las condiciones de viento, temperatura y sequedad han sido extremas y han impedido avanzar en la extinción, el clima ha cambiado la última noche y eso ha permitido al operativo «acometer su trabajo por fin con resultados favorables», de acuerdo al presidente de la Comunidad Autonómica, Alfonso Fernández Mañueco.

Las autoridades han permitido que vecinos de una veintena de pueblos desalojados regresen a las viviendas y han reabierto una carretera y la línea férrea de alta velocidad entre Madrid y la región de Galicia (noroeste).

En los últimos días una ola de calor ha afectado la península Ibérica con temperaturas de hasta 40 grados Celsius, las cuales se relacionan con el crecimiento de los incendios.