El cónsul general de México en San Antonio, Texas, Rubén Minutti Zanatta, dio a conocer que ocho cuerpos de los migrantes mexicanos fallecidos el 27 de junio en un tráiler abandonado fueron repatriados esta tarde en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana que arribó al Aeropuerto Internacional de Toluca (AIT), Estado de México.
Aterrizamos en el aeropuerto de Toluca.
Hemos entregado los primeros ocho cuerpos que van ya en camino, a encontrarse con sus familiares.
Continuaremos inmediatamente con el siguiente vuelo, que traerá ocho cuerpos más.
Que en paz descansen. @SRE_mx, @INAMI_mx, @SEDENAmx pic.twitter.com/3mAhUOATEM
— Arturo Rocha (@arocha221) July 13, 2022
Rocha informó que durante la jornada se realizará un segundo vuelo para traer los cuerpos de otros ocho mexicanos de los 26 que fallecieron en la que ha sido considerada la peor tragedia de tráfico de personas ocurrida en la frontera entre Estados Unidos y México.
Nos encontramos ya en el aeropuerto internacional de San Antonio, Texas, con el cónsul @rminuttizan y el equipo de @ConsulMexSA.
En colaboración con autoridades de @CBP, comenzamos el abordaje de ocho féretros en el primero de dos vuelos a realizarse el día de hoy. pic.twitter.com/9Gn7uIE88h
— Arturo Rocha (@arocha221) July 13, 2022
Los mexicanos fueron hallados asfixiados y deshidratados junto a decenas de hondureños y guatemaltecos dentro de un tráiler sin ningún tipo de ventilación que fue localizado a las afueras de San Antonio. En el hecho fallecieron 53 migrantes y más de una docena lograron sobrevivir.
Derivado de esta tragedia, un total de cuatro personas fueron detenidas, entre las que se encuentran el conductor del tráiler, identificado por autoridades estadounidenses como Homero Zamorano, de 45 años.
De acuerdo con la información aportada por la Secretaría de Relaciones Exteriores, los 26 mexicanos fallecidos provenían de los estados de Guanajuato, Veracruz, Oaxaca, México, Zacatecas, Querétaro, Morelos y la Ciudad de México.
Las autoridades se han comprometido a erogar por completo los gastos de repatriación, traslado a los diferentes estados mexicanos y entierro de los 26 migrantes, en su mayoría de origen muy humilde, que habían ingresado ilegalmente a Estados Unidos.