A media hasta fue izada esta mañana la bandera de México en el Zócalo de la Ciudad de México, en señal de duelo nacional por las víctimas de los sismos.

La ceremonia fue encabezada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien salió de Palacio Nacional en compañía de algunos funcionarios y el presidente de la Cruz Roja Mexicana, Fernando Suinaga.

La zona fue blindada para el paso de peatones y vehículos, pero lució un despliegue de de vehículos y elementos militares, policías y rescatistas.

Posteriormente, se guardó un minuto de silencio y se entonó el Himno Nacional Mexicano, con lo cual concluyó el evento oficial que duró 11 minutos.

Al lado del Presidente, estuvieron Luis Sandoval y Rafael Ojeda, de la Secretaría de la Defensa Nacional y Marina, respectivamente, y posteriormente, Adán Augusto López, de Gobernación, y Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno capitalina, ambos considerados como «corcholatas» de López Obrador para 2024.

Otros presentes en la guardia de honor fueron Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana; Luis Rodríguez Bucio, de la Guardia Nacional, y Laura Velázquez, de la Coordinación Nacional de Protección Civil.

En todo el perímetro de la Plaza de la Constitución, el Ejército no sólo desplegó vehículos de ayuda para el Plan DN-III, sino también presumió en tráileres réplicas del Aeropuerto Felipe Ángeles y sucursales del Banco de Bienestar, de los cuales está a cargo de su construcción.

En 2017, aproximadamente a las 13:00 horas, un sismo de intensidad 7.1, con epicentro en Chiautla de Tapia, Puebla, sorprendió al centro y sur del País, horas después de un simulacro.

El temblor dejó un saldo de 369 muertos en Ciudad de México, Puebla, Estado de México, Guerrero y Oaxaca.

En 1985, 32 años antes del último «gran sismo» de México, la intensidad del terremoto fue de 8.1 y su epicentro cercano a Michoacán, pero la cantidad de muertos se calculó en más de 6 mil personas, sin que una autoridad emitiera un dato oficial.