El camino de José y María en busca de un lugar para dar alumbramiento a su hijo, conforme a la tradición católica, sigue siendo por más de dos mil años el símbolo de las posadas navideñas.

El termino posada viene de «pausāre», forma del latín tardío para designar la acción de cesar, detener, reposar, pausar, que derivarían en la posada como lugar, edificio. 

Y es en sí lo que esa pareja que hoy conocemos como San José y la Virgen María, padres de Jesús, el Hijo de Dios conforme a la Iglesia católica, buscaban un lugar para el nacimiento de su hijo, donde darle abrigo y pasar esa fría noche que llegaban a Belén.

Nueve días fueron lo que, de acuerdo al catolicismo, José y María siguieron su búsqueda y culminó la noche del 24 de diciembre, La Noche Buena, cuando por fin, después de su peregrinar encontraron a una familia de pastores que les brindó albergue en un establo.

Así nace la tradición de las posadas en diciembre, mes en que el mundo celebra el nacimiento de Jesús que renace para redimir los pecados del Hombre.

Tradición que con el paso de los años ha degenerado y convertido en fiestas donde la fiesta es la celebración en sí y no el nacimiento del Hijo de Dios.

Su historia en México

Para saber por qué celebramos las posadas como lo hacemos ahora hay que remontarnos a la época antes de la conquista de México, en aquel entonces por el mes de Panquetzaliztli (lo que ahora conocemos como diciembre) se adoraba al dios Huitzilopochtli que era la deidad de la guerra por la cual en su honor se hacían celebraciones que consistían en que desde el día seis hasta 20 días después se entregarían ofrendas con forma de la cabeza del dios bélico en los árboles frutales y se ponían banderas en la plaza principal.

Como parte de la expansión del catolicismo que imponía la conquista Española, fue a través de los sacerdotes Agustinos que sustituyeron las festividades realizadas por los Aztecas y nacieron las misas de aguinaldo en las que se leían pasajes y representaciones alusivas a la Navidad. En estas celebraciones se daban pequeños regalos a los asistentes conocidos como “aguinaldos”, de ahí que esa prestación que se da por ley en México en la que se recibe un “dinerito extra” se llame igual.

Los elementos que conforman la posada tradicional católica son la lectura del evangelio, el rezo de los misterios del rosario, el canto tradicional de posada que recrea el peregrinaje de la virgen María, la convivencia de los asistentes y por ultimo se rompe la piñata para repartir dulces.

Pecados capitales

El acto de romper la piñata lleva implícito el simbolismo de perdonar los siete pecados capitales: la soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza, representados en cada uno de los 7 picos con que debe ser elaborada y en cuyo interior se encuentran dulces y frutas que representan el haber recibido el Don divino.

Posadas del Siglo XXI

Si bien las posadas son en su origen una tradición católica para preparar el nacimiento del niño Dios en la actualidad hay mucha gente que lo usa como un pretexto para reunirse con toda la familia y amigos prescindiendo de todos los elementos religiosos y solo dejando los correspondientes a los festivos haciendo una fiesta con temática decembrina.

¿Por qué celebramos posada?, la respuesta es muy diversa como ya vimos, pero el elemento que persiste siempre es la compañía de buenos amigos y familiares que independientemente del pretexto o mes siempre es buena idea reunirnos en estos días donde ver un familiar o un amigo después de mucho tiempo es una alegría sin importar la religión o el pretexto.

Hoy inician las Posadas. Disfrutarlas!