Ovidio Guzmán López, conocido como «El Ratón» e hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, ha sido incluido en el programa de testigos protegidos de Estados Unidos bajo la supervisión de los US Marshals, según reveló una fuente de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés). Esta medida se toma en medio de un caso clasificado que ha levantado especulaciones sobre su cooperación con las autoridades estadounidenses.
La información sobre el paradero de Guzmán López ha sido estrictamente controlada. Según los registros del Buró Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés), Guzmán ya no se encuentra bajo custodia, figurando como «liberado» desde el 23 de julio pasado.
Este cambio en su estatus ha alimentado los rumores sobre posibles acuerdos entre el hijo del exlíder del Cártel de Sinaloa y las autoridades estadounidenses.
Guzmán López fue extraditado a Estados Unidos el 15 de septiembre de 2023, coincidiendo con el Día de la Independencia de México, en un operativo coordinado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Desde su llegada, fue recluido en el Centro Correccional Metropolitano de Chicago, Illinois, donde se presentaron formalmente los cargos en su contra el 18 de marzo, a través de la jueza Sharon Johnson Coleman. Los cargos incluyen tráfico de cocaína, metanfetaminas y marihuana, así como su presunta participación en la distribución de fentanilo, una droga que ha sido responsable de la muerte de casi 80,000 personas en Estados Unidos solo en 2022.
El proceso judicial de Guzmán López ha sido un foco de atención debido a la gravedad de las acusaciones. Al igual que su padre, que cumple una sentencia de cadena perpetua en la prisión de máxima seguridad ADX en Florence, Colorado, Ovidio enfrenta cargos por conspiración para importar y distribuir drogas, participación en una empresa criminal continua, lavado de dinero y posesión de armas de fuego, entre otros delitos. A pesar de la severidad de estos cargos, Guzmán López se ha declarado no culpable.
El abogado de Guzmán, Jeffrey Lichtman, quien también defendió a «El Chapo», ha mantenido un perfil bajo en esta nueva etapa del proceso, dado que la inclusión de Ovidio en el programa de testigos protegidos sugiere un posible acuerdo con las autoridades que podría implicar su colaboración en investigaciones más amplias sobre el narcotráfico.
La próxima audiencia en el caso de Ovidio estaba programada para el 1 de octubre, pero con su ingreso al programa de testigos protegidos, el calendario judicial podría experimentar cambios significativos. La naturaleza reservada del caso plantea muchas preguntas sobre los detalles del acuerdo alcanzado y el papel que Guzmán López podría desempeñar en futuros procesos contra otras figuras del crimen organizado.