«Bueno, ya hemos dejado en claro que nosotros respetamos mucho al pueblo español, una cosa es el pueblo, el Gobierno y la monarquía, también otra cosa son las empresas españolas.
«Y la única queja, el único cuestionamiento, es que se abusó en otros tiempos de nuestro País y se les consideró tierra de conquista por las empresas y por el influyentismo político que se llevaba a cabo arriba, en la cúpula de los poderes, tanto de España como de México. Eso ya no se permite, y eso es lo que se ha decidido, pero no se rompe la relación», expresó el presidente Andrés Manuel López Obrador en conferencia de prensa.
En respuesta a las declaraciones de la semana pasada por parte del presidente de México, el Ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares los calificó como «injustificadas» e intentó reducir las tensiones.
«Lo que tenemos que hacer es acelerar nuestras relaciones», dijo el Ministro durante su evento en la capital española.
López Obrador insistió este martes en que existen irregularidades en los contratos que han sostenido las empresas españolas con México a lo largo de los años.
«Sí, las empresas españolas y los contratos y el influyentismo, porque si ustedes investigan van a encontrarse cosas completamente -para decirlo amablemente, usar un eufemismo- irregulares, el papel de las empresas.
«Entonces eso no, aquí el compañero acaba de dar a conocer lo del tren, eso es un ejemplo de cómo se hace un estimado de que el tren Toluca-Ciudad de México iba a costar 30 millones y va terminar costando 90 mil. Y qué empresa se hizo cargo, y quién recomendó a la empresa, esas cosas ya no», señaló.