En esa zona se considera que la ola de contagios por Ómicron puede estar llegando a su punto máximo, sin embargo, los hospitales están abrumados tanto por los pacientes que ingresan como por el contagio del personal médico, publicó El New York Times.

El número promedio de estadounidenses hospitalizados con coronavirus es de 157 mil, un aumento del 54 por ciento en dos semanas. Y ese número podría seguir aumentando durante algún tiempo: los expertos afirman que los datos de muertes y hospitalizaciones tienden a retrasarse unas dos semanas con respecto a los números de los contagios. Las cifras de hospitalización incluyen a las personas que dan positivo por el virus después de ser ingresadas por condiciones no relacionadas con el Covid-19.

El aumento de casos por Ómicron está afectando a los hospitales con poco personal, donde muchos trabajadores están enfermos de Covid-19 y otros que renunciaron bajo la presión de la pandemia no han sido reemplazados.

Para los expertos el alto número de contagios es muy peligrosa, pero no es garantía de que la población esté desarrollando suficiente inmunidad natural para acelerar el momento en que la enfermedad se convierta en algo manejable como la gripe.

«Espero que ese sea el caso», dijo Anthony Fauci, «pero ese solo sería el caso si no surge otra variante que eluda la respuesta inmune».

Fauci dijo que aún era imposible trazar la evolución de la pandemia. «La respuesta es: no lo sabemos», declaró en el Foro Económico Mundial de Davos el principal experto en enfermedades infecciosas del Gobierno de Estados Unidos.

Estados Unidos tiene actualmente un promedio de más de 790 mil nuevos casos de Covid al día, un recuento que incluye un conteo artificialmente bajo el lunes, cuando muchos estados no publicaron nuevos datos debido al feriado por el natalicio de Martin Luther King. Las muertes ahora superan las mil 900 por día, un 54 por ciento más en las últimas dos semanas.

Incluso antes del fin de semana festivo, los casos diarios habían alcanzado su punto máximo en Nueva York y otros estados del noreste. Según una base de datos del New York Times, las infecciones en la región alcanzaron su punto máximo el 10 y 11 de enero.

Las unidades de cuidados intensivos (UCI), a partir de la semana que terminó el 13 de enero, estaban llenas en un promedio del 82. Aunque los científicos creen que Ómicron puede causar una enfermedad menos grave que las variantes anteriores, la gran cantidad de contagios ha creado un tsunami de pacientes que buscan atención. Los hospitales están bajo una tremenda presión, luchando para manejar la escasez de personal, algo que los obliga a tomar decisiones difíciles sobre a quién priorizar la atención.