San Pedro Garza García, N.L.- Como parte de la Cátedra de Educación para la Ciudadanía y el Servicio, el Centro para la Solidaridad y la Filantropía (CESYF) de la Universidad de Monterrey organizó la plática “Los nuevos retos en ética y responsabilidad social universitaria en un mundo en cambio”, impartida por Bernardo Kliksberg.
El economista argentino señaló que a la pandemia del COVID-19 se suman otras más, que llevan presentes en la sociedad mucho tiempo, pero que la crisis sanitaria actual ha exacerbado, como el racismo, la discriminación, el cambio climático y el hambre, entre otras, las cuales representan obstáculos para que la humanidad alcance su máxima plenitud.
“El primer reto ético es la pandemia misma. La pandemia llegó a un mundo en el que por un lado hay un crecimiento esperanzador y útil para el futuro, pero por el otro subsisten a gran escala problemas lamentables. La OMS dice que para prevenir el contagio del coronavirus se deben lavar las manos con agua y jabón, tener distanciamiento social, usar cubrebocas y que haya un sistema de pruebas. Pero esto pone el dedo en la llaga, porque todas estas son debilidades importantes que han facilitado la penetración de la pandemia”, explicó Kliksberg.
Indicó que no todas las personas tienen acceso a agua potable; no pueden quedarse en casa, porque necesitan trabajar o simplemente no tienen donde vivir; tampoco pueden comprar o hacer cubrebocas; y no pueden costearse una prueba de COVID-19, por lo que “la pandemia encontró un mundo profundamente desigual… y totalmente desigual en sus efectos”.
“El racismo, la desigualdad, la pobreza, la pandemia, han desencadenado las fuerzas más oscuras del ser humano: los grupos terroristas de ultraderecha, que son manejados por demagogos y que se han convertido en fuerza de choque y desencadenado fenómenos de xenofobia y racismo abierto, contagiando a la población” señaló el precursor en responsabilidad social empresarial.
Es por esto que las universidades se han convertido en actores sociales de suma importancia, pues por medio de la educación que proveen, pueden cambiar el rumbo de las vidas de los estudiantes y crear agentes de cambio.
“Yo distingo tres tipos de universidades. Están las universidades cómplices, son la minoría, pero existen y se dedican a jugar a favor de los intereses creados sin moralidad y a formar egresados al servicio de esos intereses… La segunda es la universidad neutral, que no se meten con nada de política o que signifique ir más allá de la enseñanza… Y el tercer tipo es la universidad comprometida con el servicio, universidades como la UDEM, en donde el compromiso es con lo que el Papa Francisco llama ‘la causa común’, que es defender la vida y dignidad de todos los seres humanos”, compartió Kliksberg.
El también autor finalizó la charla virtual, organizada en la plataforma Zoom y transmitida por la página de Facebook oficial del CESYF, con un espacio para comentarios, preguntas y respuestas.
