El presidente Joe Biden hizo historia al unirse el martes a una jornada informativa de trabajadores del sector automotriz en huelga en Michigan, respaldando su solicitud de un aumento salarial del 40% y enfatizando que merecen «mucho más» de lo que están recibiendo.

La visita de Biden marcó la primera vez que un presidente estadounidense se reunió con trabajadores en huelga en la historia moderna y se produjo un día antes de que Donald Trump, el principal candidato republicano a la presidencia, se dirigiera a los trabajadores del sector automotriz en Michigan.

Estos eventos consecutivos destacan la importancia del apoyo sindical en las elecciones presidenciales de 2024, a pesar de que representan una pequeña fracción de la fuerza laboral estadounidense.

Biden, un demócrata, viajó a un centro de distribución de piezas de General Motors en Belleville, Michigan, donde se unió a decenas de manifestantes en el exterior. Desde un megáfono, expresó su apoyo a los trabajadores al afirmar que las empresas automotrices habían superado sus dificultades y que los trabajadores también deberían beneficiarse de esa prosperidad.

El presidente recordó el rescate de los fabricantes de automóviles en 2009, que incluyó recortes salariales, y declaró que los trabajadores merecen lo que han ganado y mucho más de lo que se les paga en la actualidad. Cuando se le preguntó si respaldaba el aumento salarial del 40% solicitado por el sindicato, Biden respondió simplemente con un «Sí».

Después de su intervención, Biden interactuó con el público, estrechó manos y se tomó selfies mientras sonaba la canción «Small Town» de John Mellencamp, todo ello rodeado de agentes del Servicio Secreto.