El bastón blanco que utilizan las personas con discapacidad visual o ceguera es casi una extensión de su cuerpo, ya que les permite desplazarse con facilidad y seguridad en un mundo que no pueden ver. Y aunque esta herramienta ha sido una efectiva compañera para estas personas durante mucho tiempo, un grupo de exalumnos de la Universidad de Monterrey, vieron la forma de revolucionarla.
La idea surgió como un proyecto de tesis de Natalia Ceballos Gutiérrez, Verónica Castellanos Barrón, Sergio Darío Taboada Romo de Vivar y Juan Francisco Paredes Ramos, todos licenciados en Diseño Industrial por la UDEM. Los jóvenes sabían que quería que su proyecto final de carrera tuviera un impacto positivo en la sociedad, pero no tenían la idea aterrizada hasta que conocieron al hermano con discapacidad visual de uno de integrantes del equipo y, posteriormente, se toparon con la frase “Si puedes mirar, ve; si puedes ver, repara” de José Saramago.
Fue así como esta frase del escritor portugués y Premio Nobel de la Literatura fue el catalizador para crear Momat, una familia de productos que resuelven problemáticas y ofrecen oportunidades que tiene el bastón blanco.
“Siendo la principal herramienta y acompañante de nuestro usuario es que partimos del acrónimo ‘Mobility Mate’ para enaltecer esta relación existente entre ambos… Sentimos la responsabilidad, como individuos y diseñadores, para mejorar la sociedad que nos rodea y más considerando que es un segmento que normalmente no es tomado en cuenta, ya que se tiene la idea que la estética y diseño no es importante para ellos, aunado a que no se considera un mercado para un negocio rentable, pues se cree que son pocas personas las que tienen discapacidad visual”, explicó Natalia sobre la concepción de Momat.
Es por esto que los jóvenes querían que su proyecto fuera versátil y atractivo, para que formara fácilmente parte de la vida de las personas con esta discapacidad. Buscan que Momat se convierta en un accesorio más dentro de la cotidianidad de sus usuarios, tal como un par de lentes o una bolsa de mano.
Asimismo, para tener mayor alcance y ante la insistencia de sus profesores, el equipo compitió en el concurso Inédito Universitario 2020 de Design Week México y ganó una beca para el Instituto Europeo de Diseño en Italia. Natalia mencionó que un factor clave para poder sobresalir en esta competencia fue la originalidad de su proyecto, ya que visibiliza a una sección de la población que seguido pasa desapercibida, de acuerdo a su investigación.
“En lo personal no lo podía creer (que ganamos). Jamás dudé del potencial de nuestro trabajo, pero el hecho de que se nos reconozca de esta manera me llenó de felicidad. Comprobé de nueva cuenta cómo el diseño es capaz de impactar de manera muy positiva en distintos ámbitos y como todo esfuerzo, de una u otra manera, se retribuye. Fue un trayecto lleno de muchas emociones y experiencias buenas y malas pero al final el resultado me dice que todo valió la pena y no hay mayor satisfacción que eso”, compartió Darío.
Mientras que para Verónica esta victoria es especialmente significativa, pues resalta una situación con la que ella ha convivido durante toda su vida.
“La verdad es que no se llegan a conocer a muchas personas con ceguera o discapacidad visual grave a lo largo de la vida de uno, pero en mi caso particular, convivo día a día con personas con esta deficiencia, por lo que es una realidad a la siempre he estado expuesta y presente. Me encuentro sin palabras para comunicar la felicidad que me provocó ver que, a profesionistas respetables en el área de diseño, vieran en nuestro proyecto un potencial real para tener impacto positivo ante algunas de las problemáticas que genera la discapacidad visual grave o ceguera”, comentó la joven.
Los productos de Momat se dividen en dos categorías: accesorios y estuches. Los aditamentos que diseñaron los licenciados fueron el porta bastón, que permite portarlo a la cadera en momentos de desuso rápido; el cubrepunta, que aísla la punta del bastón para evitar ensuciar superficies como mesas o interiores como bolsas y mochilas; y los anillos magnéticos que ayudan al plegado rápido del instrumento; y la manga con correa, que mejora el agarre y portabilidad del bastón.
También se creó un estuche flexible que se cuelga con una correa y se adapta a cualquier tamaño de bastón, y un estuche rígido diseñado para colgarse por periodos largos de tiempo y en distintas modalidades, además de que puede cargar más accesorios. Todos estos productos son personalizables y brillan en la oscuridad.
Los jóvenes recordaron que aunque el proyecto nació de su deseo personal de generar un impacto positivo en la vida de las personas, este deseo no se hubiera potencializado sin la ayuda de la Universidad de Monterrey, pues, como expresó Juan, es gracias a sus profesores y valores que ayudan al alumnado a encontrar su mejor versión.
“Desde antes de entrar he tenido tanto que agradecerle a la UDEM, ya que me otorgó una beca del 90% para cursar mis carrera universitaria. Su forma de guiarte tanto como persona y como profesionista dentro de un camino rico en valores y una ética humanista; las herramientas que me brindó para explotar y potencializar mis habilidades; como los excelentes maestros, amigos y compañeros que conocí y de los que aprendí; la confianza que nos tienen tanto a nosotros como a nuestros proyectos; y su visión como institución. Todo eso me ayudó a ser la persona dedicada y enfocada que soy hoy”, señaló.
Natalia, Darío, Verónica y Juan viven con la convicción de que Momat es una herramienta que revolucionará y mejorará la vida de las personas con alguna discapacidad visual, por lo que están explorando y evaluando sus opciones para continuar con su proyecto y así cambiar la vida de las personas.