Myriam Muñoz Maldonado
Cuando escuchamos hablar de Asperger por primera vez hace como 8 o 9 años, lejos estábamos de imaginar que la condición sería llevada a un nivel de moda por algunos medios (cine, tv, etc)
De repente nos topamos con personajes como Sheldon Cooper, Dr House, Sherlock Holmes, Temperance Brennan, solo por mencionar algunos que se han vuelto entrañables para los televidentes.
Series como Atypical, The Big Bang Theory, Bones, nos muestran una vida casi casi mágica de cada uno de ellos, dentro de la condición; pareciera que estar en el espectro de pronto pudiera percibirse como cool o algo así.
Lo cierto es que el Asperger es una condición sumamente compleja, los que vivimos con jóvenes y adultos dentro del espectro, sabemos que no la tienen nada fácil, que su día a día es difícil, lleno de retos que lejos están de parecer románticos o entrañables.
Entiendo y aplaudo que al menos ya se aborda el tema y bueno, cualquier forma en que la gente conozca sobre el espectro, bienvenida; nada más que si las personas se enamoran de Sheldon Copper y luego buscan a mi hijo, esperando que sea una copia al carbón de dicho personaje, pues se estarán llevando una desilusión tremenda, porque, mi hijo si tiene algunas características, pero el sobrellevar a un chico en el espectro que vive una crisis de frustración, no es tan simple como controlar a Sheldon.
Mi hijo, al igual que mucho, se sintió atraído por la serie de Atypical; tenía esa inquietud sobre cómo iban a hablar de aquella condición que él vive.
Cuando vio la parte en que Sam sale corriendo de clase y un auto lo embiste, mi hijo me dijo: ¨Es una tontería! Yo jamás haría algo así¨, después de eso perdió el interés por la serie-
Entiendo perfectamente que estamos hablando de ficción en su totalidad y que la televisión es justamente eso; la verdad, yo también veo esas series, me parecen entretenidas y claro que me gancho con los personajes, pero como en cualquier otra serie de ficción, la realidad suele ser muy diferente.
No estoy satanizando el tema, me queda claro que están hechas para entretener, no para educar; esa otra parte nos corresponde a nosotros como padres. Debemos de abordar el tema del Asperger con responsabilidad, porque se trata de la vida de nuestros hijos.
Me siento halagada de que se compare a mi hijo con Sheldon Cooper, pero desearía que cuando pase el entusiasmo que generó la serie, después de eso, vean que mi hijo, al igual que todas las personas lejos del espectro, tienen mucho que aportar, que después de tratar de ubicarlo como genio, porque Sheldon lo es, vean que lejos de eso, hay un chico amable, cariñoso, que quiere vivir su vida de manera tranquila sin estar dentro del glamour de la moda, porque la realidad es muy diferente, pero igual de atractiva.
Y si se animan a quedarse, después del desencanto de la moda, se darán cuenta que vale la pena tener un amigo dentro del espectro.