La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL)presentan por primera vez en territorio nacional la exposición: Hasta que los cantos broten, muestra que representó a México en la pasada 59ª Exposición Internacional de Arte de la Bienal de Venecia, Italia, en 2022.

La primera sede de la itinerancia será el Centro de las Artes | CONARTE del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León en Monterrey, que abrirá al público a partir del sábado 4 de marzo de 2023. Posteriormente,se presentará en la Sala de Arte Público Siqueiros del INBAL en la Ciudad de México durante el segundo semestre del 2023.

Hasta que los cantos broten, es una muestra que reúne la obra de cuatro artistas mexicanos de diferentes generaciones: Mariana Castillo Deball, Naomi Rincón Gallardo, Fernando Palma y Santiago Borja, bajo la curaduría de Catalina Lozano y Mauricio Marcín. La exhibición representa las diversas aproximaciones a la práctica artística contemporánea que se desarrollan en México; asimismo, interroga la separación moderna occidental entre humanidad y naturaleza que haprovocado la mercantilización de los “recursos naturales”.

El proyecto tiene como objetivo afirmar una visión amplia y diversa de la noción de tecnología, liberada deldeterminismo mecanicista y reconociendo las prácticas ancestrales, identificadas hoy en día como “artesanía”, “rituales” o “arte popular”— como formas avanzadas y efectivas de negociación entre diferentes dominios de experiencia y campos de conocimiento.

La exposición, que se presentó en el antiguo complejo del Arsenal de Venecia de mayo a noviembre de 2022, es una invitación al diálogo abierto, el cual plantea nuevos cuestionamientos de la vida actual a través de la mirada de cada artista desde su experiencia y obras, generando una colaboración que asume las tensiones inherentes a la coexistencia de diferentes visiones del mundo en una construcción política moderna como es el Estado-nación. Al imaginar futuros decoloniales que nos liberen de realidades de opresión que someten a formas de vida humanas, no humanas y más que humanas, Hasta que los cantos broten, propone una rearticulación del mito y logos para ofrecer una metodología alternativa que abra nuevas realidades especulativas.

Hasta que los cantos broten – título tomado de un poema náhuatl- no es una hipótesis ni una manifestación de alineación política, sino un esfuerzo de apertura a favor de lo que surge en el “ser con”, en lugar de simplemente “ser”, para romper la naturalización de la opresión patriarcal y colonial que se manifiesta en la violencia, el extractivismo y el racismo.

Las obras incluidas exploran transacciones complejas entre culturas y formas de conocimiento que desobedecen la musealización exoticista de prácticas disidentes. Contrarrestando el mandato colonial y patriarcal de reducir los lenguajes no hegemónicos a expresiones culturales menores, las obras ofrecen la posibilidad de resistir las expresiones aplastantes de un estado monocultural inoperante, este proyecto mostro una mirada colectiva en la que, desde una perspectiva de descolonización, se reflexiona en torno a las cosmovisiones, las tecnologías, los territorios y la reconfiguración de las subjetividades de género.

La muestra está integrada por Calendar Fall Away (2022), de Mariana Castillo Deball, integrada por una gran matriz de impresión que ocupa todo el piso donde convive con otras obras. En esta pieza se reproduce un gran dibujo que invoca una serie de referencias, provenientes de experiencias y documentos producidos por diversas formas de ver y estar en el mundo.

En tanto, Naomi Rincón Gallardo presenta Soneto de alimañas (2022), una videoinstalación de 19 minutos integrada también por un monocanal y utilería; es una contrastante colección de personajes —Bulto mortuorio, Murciélaga, Escorpión, Serpiente, Coro de ranas— que pueblan un mundo en ruinas: detritus de la civilización posmoderna, yermos páramos como restos de un cadáver hediento que, aún ya muerto, se niega a morir, seres híbridos, mezclas de deidades, animales y “humanxs”— tejen una trama simple y vital: con antenas radiofónicas se sintonizan mutuamente, se procuran para crear solidaridades, comunidades de resistencia y resiliencia “en medio de la región más espeluznante”.

La pieza Tetzahuitl (2019), de Fernando Palma, está integrada por una danza mecatrónica compuesta por 43 vestidos de niñas que se mueven mediante patrones inspirados en los chamanes mesoamericanos cuando se convierten en aves nocturnas. Los vestidos se encuentran unidos, por medio de cables, a una estructura que pende de lo alto y que destina su tránsito repetitivo entre el cielo y la tierra. Esta estructura que los sujeta simboliza la figura del coyote viejo que ha acompañado a Fernando Palma, sugiriéndose como su nahual. La pieza se integra, además, por dos círculos-máscaras de agua cuya superficie refleja los vestidos y hace aparecer la imagen de la dualidad. Tetzahuitl alude y toma su nombre del vocablo náhuatl —se ha traducido como presagio, agüero, pronóstico, señal, maravilla— que se refiere a las manifestaciones de divinidades nahuas que anuncian acontecimientos futuros en el ámbito de lo humano.

Por su parte, Santiago Borja en colaboración con tejedoras de El Camino de Los Altos, exhibe Talel (2022), la cual consiste en 23 piezas tejidas en telar de cintura con lana de borrego, cabello humano, madera, fibras naturales, carrizo, hilos de poliéster y algodón, fragmentos de ropa, pox, refresco, velas de parafina, rondelas de cerámica, bocinas, botellas de vidrio, cuerdas de ixtle, troncos y plegarias. Cada una de 430×27 cm; es una instalación formada por 23 textiles elaborados por 11 tejedoras tsotsiles (batsiI winik’otik) que viven en la comunidad de Bautista Chico, cerca de la cabecera municipal de San Juan Chamula, en los Altos de Chiapas, y forman parte, junto con mujeres tejedoras de otras comunidades de El Camino de los Altos, asociación enfocada en la revaloración de la tecnología textil, entablando diálogos interculturales.

El pabellón de México ha participado en ocho ocasiones en la Bienal de Venecia. Durante los más de seis meses que estuvo abierto en la 59a edición de la Exposición Internacional de Arte con Hasta que los cantos broten,recibió 243,306 visitantes internacionales, así como a representantes de destacadas instituciones culturales dedicadas al arte contemporáneo.  

La exposición se presenta hasta el 25 de junio de 2023 en la Nave Generadores del Centro de las Artes | CONARTE, ubicado al interior del Parque Fundidora con dirección en Av. Fundidora y Adolfo Prieto s/n, Colonia Obrera en el municipio de Monterrey, Nuevo León. El horario es de lunes a domingo de 10:00 am a 8:00 pm. La entrada es libre.