La estancia de cientos de migrantes en la Central de Autobuses de Monterrey empieza a subir de tono, al coserse la boca varios de ellos en protesta porque no les devuelven el costo de los boletos que los llevarían a Ciudad Acuña, Coahuila.

Sentados o acostados en el piso de la central camionera, los migrantes llegaron desde el lunes al lugar al no permitirles avanzar hacia la ciudad fronteriza.

Sin embargo, al reclamar el costo de sus boletos, los directivos de las rutas camioneras han hecho caso omiso y ni les permiten abordar otro autobús pero tampoco les reintegran el costo del pasaje.

Desesperados ante el silencio de las autoridades migratorias, los cientos de venezolanos, cubanos, haitianos y hasta sudafricanos, iniciaron su protesta al cocer sus labios con hilo, mientras determinan qué otras acciones realizaran.

«Nos roban, nos hacen de todo, ésta gente nos tiene toda la plata acaparada» , mencionaron.

Asimismo, acusaron a autoridades de sobornarlos y pedirles dinero a cambio de dejarlos transitar.

Pero advierten que más migrantes coserán sus labios hasta ser escuchados.

Las condiciones de higiene no son las mejores, toda vez que carecen de recursos para rentar habitaciones o simplemente comprar comida para ellos y sus hijos.

Hasta hoy el municipio de Monterrey brindó atención médica mediante una brigada, se les repartió comida y agua, pero las autoridades municipales no pueden intervenir en la situación central de los migrantes que viajan para cruzar la frontera con Estados Unidos y hacer realidad «el sueño americano».