William Barr, autorizó la apertura de investigaciones en torno a «acusaciones sustanciales» de presuntas irregularidades sobre la votación de los comicios presidenciales antes de que los resultados sean certificados.

Pese a que no hay evidencia sobre supuesto fraude electoral, la apertura de investigaciones plantea la posibilidad de que el Presidente Donald Trump pueda valerse del Departamento de Justicia para intentar impugnar los resultados de la votación.

Las investigaciones deberán concluir el 8 de diciembre, ya que el 14 el Consejo Electoral deberá certificar la elección.

Conjuntamente, la determinación daría a los fiscales estadounidenses la autorización para eludir los estatutos que prohiben este tipo de pesquisas antes de la certificación de los resultados.

Un memorando enviado por Barr a los fiscales señala que las acciones deberán «realizarse si existen alegaciones claras y aparentemente creíbles de irregularidades que, de ser ciertas, podrían afectar el resultado de una elección federal en un estado individual».

Hasta el momento, Trump no ha concedido la elección y ha continuado con sus afirmaciones, sin evidencia, sobre una supuesta conspiración multiestatal generalizada por parte de los demócratas para sesgar el recuento de votos a favor de Biden.