Monterrey, N.L.- Nos encontramos a pocos días de comenzar el camino cuaresmal, será la celebración del miércoles de ceniza la que marcará el inicio de nuestro peregrinar hacia la gran fiesta de la Pascua.

Este año, como ya lo he comunicado anteriormente, la imposición de la ceniza se realizará en nuestras casas, buscando con esta sencilla celebración unirnos más como familia, renovando así nuestra fe junto a nuestros seres queridos, comprometiéndonos a dar lo mejor de nosotros mismos, empezando en nuestros hogares.

Esta celebración, es una buena oportunidad para fortalecer nuestro ser Iglesia en casa, ya que no debemos olvidar que la fe debe vivirse y enriquecerse primeramente en el seno familiar.

Les invito a que, junto al ayuno y la abstinencia que se nos pide vivir ese día y todos los viernes de cuaresma, principalmente a los mayores de 18 años y menores de 60, procuremos realizar obras de misericordia, las cuales pueden hacerse dentro o fuera de casa, lo importante es que no dejemos pasar la oportunidad para demostrar con acciones concretas lo que estamos realizando en la fe.

Asímismo, este tiempo de cuaresma tendrá una especial preparación para celebrar el aniversario de la Consagración a San José como Patrono de la Iglesia Universal, realizada por el Beato Papa Pío IX hace 150 años. Por lo que hoy domingo 14 de febrero, iniciamos un camino de 33 días para conmemorar, el próximo 19 de marzo, este acontecimiento y el inicio del año de la familia, proclamado por el Papa Francisco.

En los 33 días de este camino simbólico por cada año de la vida de Jesús en la tierra, dentro de la reflexión y la oración, profundizaremos en las virtudes de San José, a quien Dios escogió como el padre terrenal de Jesús y esposo de la Virgen María.

Los invito a unirse, desde hoy y todos los días, a las 8:00 p.m., a nuestro Canal Digital Arquidiocesano para participar de los programas que la Pastoral Familiar tiene preparados, con el objetivo de ayudarnos a encontrar una unión más estrecha con Dios a través de San José, buscando la unidad familiar, así como la comprensión de un modelo de padre a seguir.

Y a propósito de la celebración de este 14 de febrero, que mejor modelo de amor y amistad podemos encontrar que la misma Sagrada Familia de Nazareth. Su testimonio de entrega y perseverancia, son signos constantes del amor infinito a Dios, de una auténtica y estrecha amistad con el dador de todo bien.

Deseo sinceramente que este día de San Valentín, en el que muchos festejan y fortalecen sus lazos de amistad y amor, sea la oportunidad ideal para erradicar todo sentimiento negativo en la sociedad y nos comprometamos a ser verdaderos instrumentos en los que se manifieste el amor a nuestro prójimo a través del servicio generoso y la solidaridad constante.

Especialmente en estos días en los que se pronostican bajas temperaturas, y muchos de nuestros hermanos estarán padeciendo por las inclemencias del tiempo. Quiera Dios que podamos manifestar nuestra adhesión a quienes más sufren.

Como Iglesia, nuestros albergues, que dan atención todo el año, están listos para recibir a los hermanos en estos días. Un buen gesto de amor y amistad será el contactarnos con estas instituciones para colaborar en las necesidades más apremiantes. En la página de nuestra Arquidiócesis podrán encontrar el contacto para acercarse a ellos. Dios se los premiará.

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