«Estamos imponiendo un asedio total a Gaza (…) ni electricidad, ni comida, ni agua, ni gas, todo cerrado», dijo el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant en un video.

«Estamos combatiendo contra animales», insistió Gallant.

El Ejército confirmó recientemente que ha recuperado el control en todas las áreas tomadas hace dos días por las milicias, pero advirtió de que todavía pueden quedar «terroristas» escondidos en ellas, con los que ha habido «intensos intercambios de fuego».

Unos 300 mil reservistas del ejército israelí fueron llamados a filas, lo que supone “el reclutamiento más grande y más rápido jamás realizado” en la historia de Israel, según informaciones del diario Haaretz.

Los muertos en Israel ascienden ya a más de 800 tras al brutal ataque de Hamás por tierra, mar y aire del sábado, mientras que los fallecidos en la Franja de Gaza suman 560, en el tercer día de guerra entre Israel y las milicias palestinas.

En Gaza, los heridos son 2 mil 900, según el último recuento de su Ministerio de Sanidad, que desde el domingo sufre intensos bombardeos por parte de la aviación israelí, que ha atacado numerosa infraestructura civil y edificios residenciales.