Dubai.- Munira Abdulla , originaria de Emiratos Árabes, permaneció en coma después de sufrir un accidente automovilístico en 1991.
En una fotografía se ve a la mujer visitando la Gran Mezquita en Abu Dhabi, su lugar actual de residencia.
Durante la época que estuvo en hospitales, fue alimentada a través de un tubo y recibió fisioterapia para evitar que se le deterioraran los músculos.
La historia de 27 años
Abdulla fue llevada al hospital, desde donde fue trasladada a una en Londres. Ella era completamente insensible, casi sin darse cuenta de su entorno. Los doctores diagnosticaron un estado de mínima conciencia. La trasladaron a un hospital en Al Ain, donde permanecería durante los próximos años. Alimentada por sonda, se sometió a fisioterapia para evitar que sus músculos se deterioraran.
Las visitas a su madre se convirtieron en parte de la rutina diaria de Webair. Caminaba varios kilómetros para verla y se sentaba con ella durante horas. Aunque no podía hablar, Webair dijo que por sus expresiones podía decir si le dolía o no.
“Para mí ella era como el oro; cuanto más tiempo pasaba, más valiosa se volvía ”, dijo.
La situación dificultó que el señor Webair mantuviera un empleo, pero él siempre lograba pasar tiempo a su lado.
«Nunca me arrepentí. Creo que, gracias a mi apoyo para ella, Dios me salvó de problemas más grandes «.
Abdulla pasó años en hospitales en los Emiratos Árabes Unidos, moviéndose de un lugar a otro debido a restricciones de seguro. En abril de 2017, el Crown Prince Court se enteró de su historia y le otorgó a la familia una subvención para un programa multidisciplinario integral en Alemania.
“Ni siquiera pedimos la beca. Estoy agradecido a Sheikh Mohamed [bin Zayed, Príncipe Heredero de Abu Dhabi] por eso. Nuestros líderes siempre nos apoyan en tales situaciones y estamos agradecidos por ello «.
En Alemania, Abdulla se sometió a una cirugía para tratar los músculos debilitados de las extremidades. Los médicos de la Clínica Schoen en Bad Aibling, a unos 50 kilómetros al sureste de Múnich, dieron prioridad a la terapia física y al control de su epilepsia.
El Dr. Ahmad Ryll, neurólogo de Abdulla en Alemania, dijo: «Nuestro objetivo principal era otorgarle a su frágil conciencia la oportunidad de desarrollarse y prosperar en un cuerpo sano, como una planta delicada que necesita una buena tierra para crecer».
Ella parecía tomar conciencia de las personas a su alrededor.
Webair dijo: «Le dije a los médicos que esperaba que ella empezara a hablar de nuevo y me dijeron que ‘te estás volviendo loco con tu imaginación. Solo estamos haciendo rehabilitación para mejorar su calidad de vida «.
En junio pasado, durante la última semana de Abdulla en Alemania, sucedió lo inesperado.
«Hubo un malentendido en la habitación del hospital y ella sintió que estaba en riesgo, lo que le causó una conmoción», dijo Webair. Él había estado involucrado en una discusión junto a la cama de su madre cuando ella comenzó a moverse.
«Ella estaba haciendo sonidos extraños y yo seguía llamando a los médicos para examinarla», dijo Webair. «Dijeron que todo era normal.
“Luego, tres días después, me desperté con el sonido de alguien que me llamaba por mi nombre.
«Fue ella. Ella estaba llamando mi nombre. Yo volaba con alegría. Durante años he soñado con este momento, y mi nombre fue la primera palabra que dijo «.
Abdulla mencionó los nombres de sus hermanos y a todos los que ella esperaba que estuvieran cerca de ella. Cuando gritaba, fue como si estuviera reviviendo el accidente y luego se despertó «.
Con el tiempo, Abdulla se volvió más receptiva.
«Ahora puede decirnos dónde siente dolor y puedo conversar con ella si está interesada en el tema», dijo Webair. “A veces me despierta para recitar oraciones con ella. Ella me daría el tema y una vez que comience con la oración, continúa las líneas «.
Abdulla sigue recibiendo tratamiento en Abu Dhabi.
Un informe del hospital Mafraq el mes pasado declaró que ella «actualmente puede comunicarse de una manera muy razonable, especialmente en situaciones familiares».
«Compartí su historia para decirle a la gente que no pierda la esperanza de sus seres queridos», dijo Webair. “No los consideres muertos cuando están en tal estado.
«Durante todos esos años, los médicos me dijeron que era un caso perdido y que no tenía sentido el tratamiento que estaba buscando para ella, pero cuando tenía dudas me ponía en su lugar e hacía todo lo posible para mejorar su condición».
