El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reveló que la crisis migratoria que enfrenta el país ha alcanzado proporciones alarmantes.
En sus palabras, alrededor de 10,000 migrantes llegan diariamente a la frontera norte de México, y el estado sureño de Chiapas, que limita con Guatemala, ha experimentado un aumento en el ingreso de migrantes a razón de 6,000 por día, situación que ha superado la capacidad de respuesta de las autoridades mexicanas.
El mandatario federal instó al gobierno de Joe Biden a entablar un acuerdo conjunto para diseñar un plan de cooperación que abarque Centroamérica, el Caribe y otros países de América Latina. El objetivo sería abordar las causas fundamentales de la migración, que López Obrador atribuye a las dificultades económicas y sociales que enfrentan estas naciones.
López Obrador también lamentó la trágica muerte de 10 migrantes cubanos en un accidente de tránsito en Chiapas, instando a dejar de lado las sanciones económicas de Estados Unidos a Cuba y abogando por la priorización de los derechos humanos sobre las ideologías políticas por lo que subrayó la necesidad de brindar apoyo a los países más afectados por la pobreza.
En respuesta a esta crisis migratoria, López Obrador convocó a 10 cancilleres de países del Caribe, Centroamérica y Sudamérica para una reunión en la que se buscará definir un plan conjunto de ayuda que se presentará a las autoridades estadounidenses.
La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, reconoció la necesidad de ayuda para procesar a los aproximadamente 140,000 migrantes que esperan en la ciudad fronteriza de Tapachula, en el estado de Chiapas, para obtener permisos de tránsito o solicitar asilo.
Las cifras del Instituto Nacional de Migración indican que en septiembre se detuvieron unos 9,000 migrantes por día, un aumento significativo en comparación con los primeros ocho meses del año. En lo que va de 2023, las autoridades mexicanas han detenido a 1.47 millones de migrantes y deportado a 788,089.
Estados Unidos también enfrenta una situación desbordada en su frontera, con un aumento del 15% en las detenciones de migrantes en septiembre en comparación con el mes anterior. Este flujo migratorio está impulsado por la crisis económica y la inestabilidad política y social en varios países de la región, que obliga a sus ciudadanos a buscar mejores oportunidades de vida en otro lugar.