Las playas de Omoa, en el norte de Honduras, quedaron inundadas por toneladas de basura que fue arrastrada por el mar desde el río Motagua.

Al respecto la Cancillería del país informó el sábado pasado, en un comunicado, que trabaja en las labores de limpieza de las playas que resultaron afectadas.

En el comunicado, la dependencia explica que aunque los gobiernos de Honduras y Guatemala trabajan juntos desde hace años para combatir la problemática, el seguimiento del tema se ha visto afectado por las restricciones de movilidad como consecuencia de la pandemia de coronavirus.

Además señala que las “biobardas” y la barda industrial instaladas para impedir el flujo de desechos sólidos actualmente “no están en óptimo funcionamiento” y su capacidad ha sido superada por la cantidad de residuos que arrastra el río Motagua debido a las fuertes lluvias.

En tanto, el gobierno de Guatemala pide la implementación de nuevas acciones urgentes, ya que esta situación ambiental ha generado un considerable impacto en el ecosistema marino costero y consecuencia negativas en las actividades económicas pesqueras y el turismo.

De acuerdo con Julio Rodríguez, dirigente de la Asociación de Pescadores de Omoa, otro problema derivado de la acumulación de basura es la llegada del sargazo, unas algas que se generan en el mar por los residuos orgánicos y que al concentrarse en la costa ponen en peligro el ecosistema, matando la vegetación y la fauna marina.

Las toneladas de basura abarcan 487 kilómetros, recorren 14 departamentos y 90 municipios, y tan solo este año se han recolectado 100 toneladas de basura del Motagua.

El pasado martes Guatemala aseguró que ambos países han logrado un acuerdo para la puesta en marcha de soluciones ambientales en beneficio de la cuenca del río. Además de la reparación de la barda ubicada en la comunidad de El Quetzalito. Con ayuda del ejército se está realizando una jornada de limpieza en la zona.