El Tribunal Constitucional de Corea del Sur validó este viernes la destitución del presidente Yoon Suk Yeol, quien había sido suspendido de sus funciones por la Asamblea Nacional tras decretar brevemente la ley marcial en el país. La medida, que sumió a la nación en una crisis política y social, fue analizada por los ocho jueces del máximo tribunal, quienes resolvieron por unanimidad la remoción definitiva del mandatario.

«Pronunciamos el siguiente veredicto, con el acuerdo unánime de todos los jueces: destituimos al demandado presidente Yoon Suk Yeol», anunció el magistrado principal, Moon Hyung-bae, al leer la sentencia.

Una crisis política sin precedentes

El proceso de destitución fue aprobado por la Asamblea Nacional el pasado 14 de diciembre, lo que generó una profunda polarización en Corea del Sur. Desde entonces, miles de ciudadanos han salido a las calles en manifestaciones tanto a favor como en contra de Yoon. En Seúl, se registraron celebraciones y protestas tras conocerse la decisión del Tribunal Constitucional.

El fallo también desató un intenso debate en la sociedad surcoreana, al punto de que varias oficinas educativas permitieron a las escuelas transmitir en directo la sentencia con fines pedagógicos, una medida que generó opiniones divididas.

Los motivos detrás de la destitución

La crisis se desató el pasado 3 de diciembre, cuando Yoon decretó la ley marcial y ordenó la intervención del ejército en el Parlamento, con la intención de impedir que los legisladores votaran sobre su decreto. Según sus propias declaraciones, su intención era «mantener el orden», aunque altos mandos militares y de la policía han testificado que el presidente les ordenó retirar a los legisladores opositores para evitar el debate.

La acción desató una reacción inmediata de la Asamblea Nacional, que logró reunirse de emergencia y anuló el decreto de Yoon en menos de seis horas. Posteriormente, el Parlamento aprobó una moción de juicio político, acusando al presidente de violar la Constitución y socavar la paz nacional.

Repercusiones y posibles consecuencias

Tras la decisión del Tribunal Constitucional, se espera que la división política en Corea del Sur se intensifique. Expertos advierten que los seguidores de Yoon podrían incrementar sus protestas, prolongando la crisis institucional del país.

Por su parte, el expresidente ha defendido sus acciones y aseguró que su intención nunca fue paralizar el Estado, sino alertar sobre «la dictadura legislativa» del partido opositor mayoritario, que según él obstaculizaba la administración gubernamental.

Con esta decisión histórica, Yoon Suk Yeol se convierte en el segundo presidente en la historia de Corea del Sur en ser destituido por un juicio político, después de Park Geun-hye en 2017. Ahora, el país se enfrenta a un período de transición política, mientras la Asamblea Nacional define los próximos pasos para la sucesión presidencial.