Por: Jorge Maldonado Díaz
Si de por sí, la situación de la presa La Boca es crítica por su bajo nivel de agua, este domingo, decenas de paseantes tuvieron que soportar fétidos olores.
De uno de los extremos de este paraje turístico ubicado en el municipio de Santiago, Nuevo León apareció un rio.
Este traslado aguas negras que se mezcló con la poca agua que almacena este embalse, cuyo vital liquido es el que se abastece al área metropolitana de Monterrey.
Varias personas que se acercaron a presenciar la poca agua que queda se percataron de esta lamentable situación.
El olor es tan fuerte que muchas personas prefirieron retirarse, al no soportarlo y al ver con preocupación como se contaminaba, el agua de la presa.
“Vinimos a ver lo poco que queda de la Presa y que nos vamos topando con este rio de aguas pestilentes, y lo más grave es que viene y desemboca aquí a la Presa de La Boca, perjudicando más la situación”, expreso, Juana Ortiz, habitante del municipio de Juárez.
Vecinos aledaños el embalse sufren por los olores fétidos que expide el agua que brota de una alcantarilla y se derramaba a lo largo de la calle.
Los vecinos señalan que pese a haber reportado en Agua y Drenaje de Monterrey el desperfecto, hasta el momento no han hecho la reparación.
Los habitantes de Santiago revelaron que la situación va para tres meses, y no se ha hecho absolutamente nada.
“No se puede uno parar unos minutos porque, es insoportable la situación, la presa esta muriendo y ahora con esto, la están terminando de matar”, argumento Patricia Hernández, habitante del lugar.
“No podemos ni abrir las ventanas del restaurante porque hasta acá se viene el mal olor, esperemos que ya pongan solución a este problema”, indicó, uno de los empleados de un restaurante aledaño a la Presa de la Boca.
Los días pasan y la presa a pesar de ir agonizando, las autoridades hacen caso omiso a las pestilentes aguasas negras que están abasteciendo este paraje turístico.