La Tierra sufrió este domingo y parte del lunes un fenómeno conocido como tormenta geomagnética, una emisión de plasma provocada por una erupción solar que provoca una perturbación temporal del campo magnético terrestre.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) en Boulder, Colorado, advirtió de esta tormenta, que se produce por la interacción de la Tierra con el viento solar. Por lo general, se registran cuando hay una mayor actividad solar, la cual en estos momentos, está en su pico.
Hay tormentas geomagnéticas moderadas, o, como en el caso de la que impactó entre ayer y hoy, severas. Entre más severa, más amplio es el impacto La NOAA clasifica este tipo de tormentas en cinco niveles:
- GI (Menor). Con un índice Kp (indicador de actividad auroral global en una escala de 0 a 9) de 5, puede afectar las redes eléctricas, provocando pequeñas fluctuaciones de energía. Puede producir auroras boreales que son visibles en altas latitudes.
- G2 (Moderada). Tiene un índice Kp de 6. Puede provocar auroras boreales más extendidas; en el lado negativo, puede derivar en voltajes anómalos en sistemas energéticos y causar afectaciones en los satélites que orbitan la Tierra.
- G3 (Fuerte). Su índice Kp es de 7. Puede generar fluctuaciones de energía importantes en las redes eléctricas e impactar la navegación satelital. Las auroras boreales que produce son visibles en latitudes más bajas de lo normal.
- G4 (Severa). Con un índice Kp de 8, puede ocasionar problemas graves en los sistemas eléctricos; causar interrupciones en la navegación satelital y afectar las comunicaciones. Las auroras boreales son visibles en latitudes aún más bajas.
- G5 (Extrema). Tiene el índice Kp máximo, de 9. Este tipo de tormenta puede provocar fallas masivas en las redes eléctricas y en los transformadores. Las comunicaciones y navegación satelital también pueden sufrir interrupciones generalizadas y las auroras boreales se pueden ver incluso en las latitudes más bajas.
