¿Qué es el polvo del Sahara?

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Conocida como Capa de Aire Sahariana, el polvo del desierto africano, es una capa de la atmósfera intensa, seca y calidad cargada de polvo que se desplaza y recubre el aire más fresco y húmedo del Océano Atlántico, al elevarse por más de 6 mil metros en la altura.

Las corrientes en la altura pueden ser expulsados mar dentro de la capa hacia el oeste hasta América del Norte, en aproximadamente un 4% del total que se produce.

El fenómeno puede producirse en cualquier época del año, pero se asocia con el aire caliente del verano

«Calima» o «Calina» como se le llama, es causada por una tormenta de polvo que se agita por los fuertes vientos del Sahara y luego conducida a través de las Islas Canarias al sur por los vientos del este. Las partículas de arena fina hacen que el aire se vuelva grueso y la visibilidad se convierte en algo así como la experimentada durante una niebla espesa, dependiendo de la gravedad. Durante la calima, cada superficie se cubrirá en fino polvo marrón rojizo.

Estas nubes de polvo son visibles en las fotos de satélite como un blanco lechoso a la sombra gris, similar a la bruma.

El instrumento lidar a bordo del satélite CALIPSO envía pulsos de luz que rebotan en las partículas en suspensión en la atmósfera y regresan al vehículo. Es capaz de distinguir el polvo de otras partículas por sus propiedades ópticas. (Foto: NASA Goddard’s Scientific Visualization Studio)

Polvo fertilizante

La cantidad de fósforo que alcanza los suelos amazónicos procedente del polvo sahariano se ha calculado en unas 22.000 toneladas anuales, una cantidad similar a la que pierden debido a la lluvia y las inundaciones.

El fósforo es un nutriente esencial para las proteínas vegetales y el crecimiento de las plantas, del que depende la selva del Amazonas para poder prosperar.

Los datos muestran que en promedio 182 millones de toneladas de polvo abandonan cada año el desierto del Sahara. El polvo viaja entonces unos 2.600 kilómetros (1.600 millas) sobre el Océano Atlántico, si bien parte de él cae por sí mismo a la superficie marítima o es retirado del aire por la lluvia.

Por sus características físicas, las partículas de polvo reducen el tamaño de las gotas de lluvia e inhiben la formación de nubes de gran desarrollo vertical generadoras de precipitaciones, favoreciendo así los procesos de sequía.

Efectos sobre el clima

Como el polvo viene cargado de hierro, sílice y sal, además de otros minerales, hongos y bacterias, puede incrementar la salinización de los suelos, y propiciar la aparición en los océanos de las denominadas mareas rojas ( concentraciones masivas de algas muy tóxicas), causantes de la muerte de diferentes organismos marinos.

Efectos en la salud

El peligro que genera el fenómeno de recurrencia anual -que cubre un área de 800 kilómetros de ancho- radica en el contenido de bacterias, virus, esporas, hierro, mercurio, y pesticidas que presenta el polvo, estos contaminantes los recoge a su paso por zonas deforestadas del Norte de Africa, particularmente los países subsaharianos intensamente afectados por desertificación generada por el agotamiento de bosques por el uso no controlado de ese recurso.

Estas tormentas cuando logran concentrarse y alcanzar áreas pobladas de Europa y América, pueden provocar la aparición de alergias y crisis asmáticas en muchas personas, sobre todo aquellas que ya sufrían problemas respiratorios o de inmunodepresión.

Muchas veces se refieren casos de «gripes» persistentes o alergias sin causa aparente que pueden haber sido provocadas por el contacto con partículas de origen biológico presentes en estos climas.