El papa Francisco firmó hoy el decreto en el que se aprueba el milagro atribuido al sacerdote mexicano Moisés Lira Serafín (1893-1950), lo que significa que será proclamado beato.

Francisco firmó este decreto, junto con otros, tras mantener hoy una audiencia con el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos.

Moisés Lira Serafín fue sacerdote de los Misioneros del Espíritu Santo y fundador de la Congregación de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada.

El sacerdote nació en Zacatlán el 16 de septiembre de 1893 y murió en Ciudad de México el 25 de junio de 1950, apuntó el Vaticano.

El camino hacia la santidad tiene varias etapas: la primera es ser declarado venerable siervo de Dios, la segunda beato y la tercera santo.

Venerable Siervo de Dios es el título que se da a una persona muerta a la que se reconoce “haber vivido las virtudes de manera heroica”.

Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión, como este caso, y para que sea canonizado, hecho santo, se precisa un segundo milagro obrado “por intercesión” después de ser proclamado beato.

El padre Lira Serafín intercedió para conseguir de Dios el milagro de la curación de una bebé en gestación, un hecho que ya el comité médico constató como científicamente inexplicable.

De acuerdo con el padre David Padrón, postulador de la causa de beatificación ante Roma, el caso sucedió en 2004, en una familia de San Felipe, en Guanajuato y se trata de la curación milagrosa de una hidropesía fetal no inmune (HFNI), una afección particularmente grave que hace incapaz al cuerpo para manejar líquidos.

El padre señala que el padecimiento que sufría el bebé desde el vientre de la madre, también ponía en riesgo la vida la mujer.

La hidropesía fetal, que es el más común, habitualmente deriva en la muerte de los bebés, y puede ocasionar delicados problemas de tipo genético, daño cerebral o el desarrollo de patologías más complejas.

El sacerdote Padrón detalló que entre la semana 22 de gestión se confirmó el diagnóstico de HFNI se encomendó a la intercesión del padre Moisés Lira la curación de la bebé. Fue en la semana 26, cuando se le realizó una nueva valoración médica, se descubrió que la bebé estaba perfectamente sana.

Para las semanas 32 y 35 a poco de nacer la bebé se realizaron nuevos estudios que confirmaron que la niña estaba sanada.

Después de varios años, esta bebé, una niña, que ahora es una joven, ha estado en perfecto estado de salud”, indicó el sacerdote Padrón postulador el milagro del padre Lira Serafín.