Por: Jorge Maldonado Díaz

A los 95 años de edad, este sábado 16 de abril falleció en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, Rosario Ibarra de Piedra precursora de los derechos humanos en México.

Fue la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, cuya titular es Rosario Piedra Ibarra, hija de la activista y luchadora social la encargada de difundir la noticia a través de las diferentes redes sociales.

“La CNDH lamenta el sensible fallecimiento de la luchadora social, Rosario Ibarra de Piedra, madre de nuestra presidenta, de Claudia, Carlos y Jesús esta mañana en la ciudad de Monterrey, Nuevo León”, informó.

A esta incansable luchadora social, nacida el 24 de febrero de 1927, se le reconoce por ser la fundadora del Comité ¡Eureka!, primera organización de búsqueda de personas desaparecidas.

Desde su creación el Comité ha logrado encontrar a más de 148 personas desaparecidas con vida. Una de las frases que se le atribuye a dicho comité es “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.

También formaba parte de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (Fedefam).

Su actividad política comenzó en 1973, cuando su hijo Jesús Piedra Ibarra fue acusado de pertenecer a un grupo armado de orientación comunista, la Liga Comunista 23 de Septiembre.

Jesús Piedra desapareció en 1974, cuando fue detenido por las autoridades tras el asesinato del policía Guillermo Villarreal Valdez.

Ibarra impulsó la causa de miles de familias contra la impunidad especialmente durante los sexenios de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría, pero fue bajo el mandato de José López Portillo que logró la aprobación de la Ley de Amnistía.

La medida desembocó en la liberación de alrededor de 1.500 presos políticos, permitió el regreso a México de decenas de exiliados y suspendió unas 2.000 órdenes de captura

A partir de entonces, Rosario Ibarra inició un largo peregrinar en las instituciones gubernamentales demandando información acerca del paradero de su hijo, que hasta la fecha no se ha esclarecido.

A raíz de la desaparición y búsqueda de su hijo, fue escalando posiciones políticas como diputada, senadora y asesora política, hasta convertirse en la primera mujer candidata a la Presidencia de la República en 1982 y 1988 por el ahora ya extinto Partido Revolucionario de los Trabajadores, y tras la victoria del aspirante del PRI, se sumó a la protesta por el supuesto fraude electoral.

Ibarra perteneció al Partido del Trabajo, una de las fuerzas que sostiene al actual Gobierno de López Obrador, y en sus filas fue elegida senadora entre 2006 y 2012.

En el 2005, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal entregó la Medalla al Mérito Ciudadano a la regiomontana, por su lucha para esclarecer las desapariciones en la llamada guerra sucia.

En octubre de 2019 el Senado de la República le otorgo un reconocimiento con la medalla Belisario Domínguez, pero rechazó el galardón.

“No quiero que mi lucha quede inconclusa. Es por eso que dejo en tus manos la custodia de tan preciado reconocimiento y te pido que me la devuelvas, junto con la verdad, sobre el paradero de nuestros y añorados hijos y familiares y con la certeza de que la justicia negada por fin nos ha cubierto con su velo protector”, señalo Ibarra de Piedra.

Este sábado, Rosario Piedra Ibarra, hija de la activista dijo que su madre murió tranquila en compañía suya.

Le sobreviven una hija y una hermana más, un hijo falleció de Covid-19 en el 2020 y Jesús quien se encuentra desaparecido desde 1975.