Por: Jorge Maldonado Díaz

Las precipitaciones que se registraron en los últimos días revivieron ríos y arroyos en diferentes puntos del estado de Nuevo León.

Incluso en algunas zonas las maravillas naturales que habían desaparecido, volvieron y ofrecieron todo un espectáculo.

La creciente de estos afluentes ocasionaron que la gente regresara ya sea para pescar o simplemente para contemplar los ríos de la región.

Uno de los que ríos que ya estaba seco fue el Hualahuises, que a través de su cauce el agua volvió a correr por el mero corazón de este municipio.

Cabe destacar que toda el agua que escurre por este importante río va y desemboca en la Presa Cerro Prieto ubicada en el municipio de Linares, Nuevo León.

Para los que utilizan la carretera de Linares a Galeana se pudieron percatar de la cascada que se formó en el denominado Cañón de Juárez.

A la altura del kilómetro 31, los automovilistas volvieron a apreciar este espectáculo natural que tenía años de no aparecer.

Al igual que el agua que baja por el Río Hualahuises, el vital liquido que baja por este cause desemboca en la Presa Cerro Prieto.

En el municipio de Montemorelos el Río Pilón también se vio beneficiado por las recientes precipitaciones.

El vital liquido que baja por este cauce es utilizado en la región citrícola para la agricultura y ganadería, dos de los sectores que más se han visto afectados por la fuerte sequía que desde hace varios meses a azotado a la entidad.

La Presa de la Boca también se ha visto beneficiada por las lluvias ya que por los arroyos continúa escurriendo mucha agua.

Las autoridades de Agua y Drenaje de Monterrey aún no han especificado de cuando será el alivio para este embalse que hasta antes de las precipitaciones se encontraba a solo un nueve por ciento de su capacidad.

A pesar de esto, las autoridades han exhortado a la ciudadanía a seguir cuidado el agua, porque no es hora de cantar victoria.