Hamás ha suspendido las negociaciones sobre la liberación de rehenes debido al cerco al que Israel está sometiendo al principal hospital de Gaza.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha expresado, sin embargo, su confianza en que se pueda llegar a un acuerdo.
Netanyahu, señaló este domingo que su país se encuentra trabajando a contrarreloj y haciendo “todo lo posible” para la liberación de los más de 200 rehenes que siguen a manos del grupo Hamás.
Manifestó que la liberación de los rehenes supone uno de los dos objetivos de guerra de Israel (el otro es “destruir a Hamás”), y que trabajan para ello las 24 horas del día.
La situación es crítica en los hospitales de Al Shifa y Al Quds, los dos principales centros de la Franja.
El territorio palestino está además bajo «asedio total», lo que impide que lleguen suministros de agua, comida y combustible.
La falta de carburante ha dejado fuera de servicio al hospital Al Quds.
En tanto, El hospital Al Shifa ha sido blanco de disparos y ataques, que según Hamas, destruyeron los departamentos de cardiología, cirugía y cirugía ambulatoria.
Un responsable de Hamas afirmó que cinco bebés prematuros y siete pacientes en estado crítico murieron por falta de electricidad.
Según la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), 20 de los 36 hospitales de la Franja de Gaza están «fuera de servicio» ante la falta de suministros.
Por su parte, el ejército israelí ha negado apuntar contra hospitales y acusa a Hamas, calificado de «organización terrorista» por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea (UE), de utilizarlos como centros de mando o escondites, algo que el grupo islamista rechaza.
La UE condenó también a Hamas por usar «hospitales y civiles como escudos humanos», a la vez que urgió a Israel a usar la «máxima contención» para proteger a los civiles.