El Gobierno federal, encabezado por Claudia Sheinbaum, anunció este jueves un decreto para imponer un arancel temporal del 35% a la importación de productos textiles, excluyendo a aquellos provenientes de países con los que México mantiene tratados de libre comercio. La medida, suscrita durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, tiene como objetivo combatir prácticas desleales en la industria textil y proteger a los fabricantes nacionales.
Protección frente a competencia desleal
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, detalló que la medida abarca 138 fracciones de mercancías confeccionadas y establece un arancel del 15% a la importación de textiles. Además, restringe su acceso a programas como el de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX), utilizado por empresas para evitar el pago de impuestos en productos que finalmente son vendidos en el mercado nacional.
Ebrard explicó que algunas compañías han aprovechado lagunas legales para importar manufacturas intermedias bajo el pretexto de reexportarlas, cuando en realidad las colocan como productos terminados en México sin pagar impuestos como IVA o ISR, creando una competencia desleal frente a las empresas nacionales.
Sanciones y promoción del contenido nacional
El decreto también establece sanciones más severas, que incluyen el retiro de patentes a empresas que incumplan las nuevas disposiciones. El objetivo, subrayó Ebrard, es frenar la piratería y promover condiciones justas de mercado.
“Queremos fomentar el desarrollo de nuestra industria nacional porque entre más contenido mexicano haya en lo que consumimos, más empleos generamos. No se vale que nos engañen y pongan en desventaja a nuestras empresas”, afirmó el secretario.
Impacto en plataformas como Shein y Temu
Entre las empresas afectadas por la medida se encuentran plataformas de comercio electrónico como Shein y Temu, que han sido señaladas por prácticas de evasión fiscal. El decreto busca cerrar estos vacíos legales, privilegiando el comercio con mercados con los que México mantiene acuerdos comerciales.
La decisión ha sido recibida con opiniones divididas. Mientras los productores nacionales aplauden la medida como un paso necesario para fortalecer la economía local, algunos sectores advierten que el aumento en los aranceles podría impactar en los precios al consumidor final.
La medida, que entra en vigor este jueves, forma parte de una estrategia más amplia para incentivar el contenido nacional en los productos consumidos en México y garantizar una competencia más equitativa en el mercado.