Experto asegura que no hay un estado definitivo de salud

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San Pedro Garza García, NL

“Una de las cosas que la genética nos dice es que todos somos diferentes; todos tenemos fortalezas y debilidades genéticas y la diversidad es buena para la salud de nuestra especie”, expresó el reverendo Kevin FitzGerald durante su conferencia inaugural de la 24° Cátedra de Genética y Vida Humana de la vicerrectoría de Ciencias de la Salud de la Universidad de Monterrey.

El tema de esta cumbre es “Terapia Génica”, la cual se ha desarrollado como un método de acercamiento al tratamiento de las enfermedades humanas basado en la transferencia de material genético a las células de una persona, con la finalidad de restablecer una función celular ausente o defectuosa, introducir una nueva función, o bien, interferir con una ya existente.

“Me queda claro que el intercambio de ideas que aquí se llevará a cabo ampliará nuestra perspectiva sobre el desarrollo científico, así como los aspectos éticos respecto a la dignidad humana y la dignidad de la persona. La UDEM continuará trabajando, junto con otras instituciones a nivel mundial, en relación a los avances científicos y a favor de la mejora de la calidad de vida de todos los seres humanos”, dijo Álvaro Fernández Garza, presidente de consejo de la UDEM.

“La Cátedra de Genética y Vida Humana enmarca el desarrollo humano, la proyección de la dignidad de la persona es sumamente importante… En una cátedra como esta vemos lo que la ciencia -con consciencia- hace que el ser humano tenga oportunidades y proyección de vida”, comentó por su parte Florencia Infante de Garza, presidenta de la cátedra.

“El campo de la genética se trata de una frontera muy delicada. Hoy las nuevas tecnologías no solo permiten conocer y modificar, profunda y fácilmente, la materia viviente, sino que además induce a una transformación de nuestro modo de entender los organismos biológicos. La investigación genética proporciona instrumentos que abren nuevos horizontes”, explicó el monseñor Franco Coppola, Nuncio Apostólico de México.

El reverendo FitzGerald, profesor asociado en el departamento de Oncología del Centro Médico de la Universidad de Georgetown, presentó en su conferencia una perspectiva católica sobre la medicina genómica en la conferencia “A Catholic guide to Genomic Medicine”.

En esta intervención, el religioso hizo énfasis que la Iglesia no está en contra de la investigación en esta rama de la medicina, al contrario, invita a su desarrollo para analizar su aprovechamiento para la mejora de la calidad de la vida humana

“Me emociona tomar esta tecnología de última generación y entenderla de una manera que realmente nos ayude a llevar vidas más plenas, no solo para nosotros, sino para todo el mundo. Ahora sabemos que la salud es determinada socialmente, así que ¿cómo vamos a decir que hay una meta de salud física, mental y social que podemos crear por medio de ingeniería genética si ni siquiera sabemos cómo se ve?”, comentó FitzGerald.

Abundó en que la salud es, en cierta manera, relativa y que gran parte del estudio genético y genómico, desde una perspectiva católica, involucra entender que lo que puede ser saludable para un individuo o un grupo de personas, puede no ser lo ideal para otros, pues la salud involucra plenitud física, mental y social.

A esta primera conferencia de la Cátedra de Genética y Vida Humana también asistieron el arzobispo monseñor Rogelio Cabrera López; Eduardo García Luna Martínez, vicerrector de Ciencias de la Salud; y Jesús Daniel López Tapia, director de la Escuela de Medicina, entre otros directivos de la Institución académica.

Asimismo, se tuvo de invitado a especial al doctor Kriangsak Pintatham, jefe del departamento de Urgencias del Hospital de Chiangrai Prachanukroh, director de la misión de rescate en 2018 de una docena de niños en las cuevas de Tham Luang, en Tailandia. El médico tendrá una plática el viernes 18 de enero en el Teatro de la UDEM en la que discutirá su rol en esta misión.