La comunidad de Jesuitas de México denunció este martes el asesinato de Javier Campo Morales y Joaquín César Mora Salazar, dos misioneros, en el templo de la comunidad de Cerocahui, municipio de Urique, en la sierra de Chihuahua. 

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) condenó el asesinato y exigió una pronta investigación. 

Junto a los dos sacerdotes fue asesinado un guía de turistas identificado como Pedro Palma.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 18:00 horas de ayer, cuando un hombre irrumpió en el templo para refugiarse del ataque de un sicario que lo perseguía.

Sin embargo, el agresor atentó contra el guía de turistas y contra los dos padres que estaban en el lugar que intentaron disuadirlo de disparar.

Tras cometer el crimen, el asesino con la ayuda de otros hombres se llevaron los cadáveres del lugar y por el momento se desconoce su destino.

El sacerdote jesuita Javier Ávila, o “padre pato”, conocido desde hace más de tres décadas por su activismo en la región, acusó que el asesinato fue orquestado por José Noriel P.G., alias “El Chueco”, jefe de operaciones del grupo criminal ‘Los Salazares’, que son el brazo armado del cartel de Sinaloa en esa zona.

La Fiscalía de Chihuahua desplegó un operativo conjunto con la Agencia Estatal de Investigación, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, la Guardia Nacional y el Ejército, para la localización de los cuerpos de las víctimas.

El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que ya se tiene información de los presuntos asesinos.