El hospital de la Princesa, ubicado en Madrid, España, es la sede de esta acción que quedará para la historia, pues Ernesto Herrera acudió al lugar por voluntad propia y se aplicó la inyección contra el COVID-19 en fase experimental.
Ernesto Herrera tiene 51 años de edad, nació en la Ciudad de México, pero desde hace 22 años vive en Las Rozas en Madrid, España.
Nació en la Ciudad de México, pero su vida la desarrolló en Mexicali, Baja California, y sus estudios lo llevaron a vivir en Cuba, Alemania y el amor lo llevó a España. Hoy, está casado, tiene dos hijos adolescentes, es director de fotografía y hace cine y campañas políticas , de publicidad y ha hecho películas en México, España y Europa.
Su historia contra el Covid inició hace dos semanas cuando escuchó que el ministro de sanidad español iniciaba el reclutamiento de ciudadanos para aplicarles la vacuna experimental, que pertenece al laboratorio Janssen, que es parte de Johnson & Johnson, y lo mismo se hizo en Alemania y Bélgica, según relató Ernesto para “el Universal”
De acuerdo con Foro TV, se trata de la vacuna recombinante AD26 COV2S, la cual se encuentra en la segunda fase II de investigación. El estudio es encabezado por el laboratorio Janssen junto con la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado de Estados Unidos (BARDA).
El proceso para estudiar la respuesta inmune contra el SARS-CoV-2, consiste en aplicar la vacuna en tres dosis a 1,045 adultos sanos de 18 a 70 años de edad, en grupos seleccionados de Bélgica, Alemania y España.
Ernesto afirmó que una de las respuestas tras la aplicación de la inyección fue que sintió comezón y le fue entregado un diario para que anote todos los síntomas durante todo el proceso, ya que después podrían presentarse diversas reacciones leves o graves e irreversibles, debido a que es un nuevo estudio.
Ahora tiene que acudir cada 8 días a la clínica para hacerse una revisión en la sangre para detectar sí generó anticuerpos o inmunidad o desarrolló alguna otra enfermedad con esta vacuna.
El ciudadano aseguró que su decisión de arriesgar su vida, pues no sabe qué efectos causará, fue tomada por el bien de todo el mundo.
“Es muy importante todo esto. Que mis hijos aprendan lo que es la solidaridad, alguien lo tiene que hacer. Yo no pretendo ser héroe pero creo que contribuir es parte de lo que debería ser la esencia humano”.
En caso de que los resultados sean satisfactorios, los laboratorios iniciarán con la tercera fase en noviembre.
Sin embargo, hasta mediados del próximo año podría estar lista la vacuna para iniciar con la producción de 1,000 millones de dosis.