San Pedro Garza García, NL.- Pensar en Ingeniería no es precisamente pensar en que hay muchas mujeres en este campo, y eso lo tiene muy claro Isadora Rocha Treviño, quien en 2001 se graduó de la Ingeniería en Sistemas por la Universidad de Monterrey.

Tras 20 años de trayectoria profesional en el campo de la Ingeniería, la exaUDEM considera que finalmente ha encontrado el lugar en donde puede disfrutar de todo el lado duro que tiene consigo la Ingeniería, pero sin perder su esencia.

“Al operar en un mundo de hombres, uno piensa que debe ser como ellos, tal vez actuar de forma como dura o agresiva, pero no, cada quien debe aprender a ser uno mismo, a usar sus propias fortalezas y no tratar de imitar o ser alguien que no es. Pero para poder llegar a eso uno debe aprender a creer que eres suficiente y creer en ti mismo”, consideró la actual directora de Ingeniería para dispositivos móviles y web de Starbucks.

Isadora recuerda que mientras estudiaba su carrera solo había seis mujeres en su grupo, el resto eran hombres. Aunque su vida laboral la inició en Monterrey, muy pronto se mudó a Texas para estudiar una maestría en Negocios y trabajar. Como ingeniera se ha desempeñado en una agencia de viajes y en áreas de solución de comercio electrónico, para finalmente llegar a Starbucks, en donde comenzó manejando al equipo web.

“Cuando decidí qué estudiar, en realidad yo no pensé mucho en el futuro, me metí a estudiar algo que me gustaba, que era interesante y que me daba un desafío. Ya dentro de la carrera me preguntaba, ¿por qué no hay más mujeres?”, señaló.

A pesar de esto, sus grandes influencias fueron mujeres: las profesoras Consuelo Jiménez y Marta Sylvia del Río, a quienes recuerda como “exigentes y humanas”. “Me encantaba que Consuelo leía todo y se tomaba el tiempo para darnos la guía que necesitaba cada proyecto”, comentó.

También recordó que gracias al modelo de la UDEM, tuvo la oportunidad de convivir con compañeras de otras carreras, con quienes coincidía en clases comunes y las que posteriormente se convirtieron en sus amigas. Hoy en día, considera que hay más oportunidades en el campo de la ingeniería y las tecnologías para las mujeres, ya que poco a poco se han podido ocupar puestos para hacer cambios que beneficien a más mujeres.

“Han sido muchos años de esfuerzo, trabajo arduo, tocar muchas puertas, para estar al fin en una posición donde mi talento es reconocido, es un honor. Una validación de que todo el esfuerzo y sacrificio ha valido la pena.

“El haber llegado a este lugar en una industria dominada por hombres me da esperanza. El saber que de alguna forma he contribuido a abrir camino para otras mujeres me llena de esperanza para un futuro donde haya más igualdad, en donde podamos olvidar si eres hombre o mujer, sino que tu talento te califica y las oportunidades que se te presenten estén basadas en tu trabajo”, dijo.

Para Isadora lo más gratificante es ver crecer el talento joven, además de resolver problemas interesantes, crear nuevos conceptos utilizando tecnología y tener impacto en la vida de las personas con los productos que construye junto con su equipo. Exhortó también a las mujeres a luchar por lo que quieren y dejar atrás los paradigmas.

“Pasé muchos años tratando de demostrar mi capacidad de liderazgo en este campo, lo hice sacando el lado duro o masculino, ¡pero esa no era yo!, hasta que comencé a ser vulnerable y a ser yo misma, mi carrera tomó vuelo y he podido avanzar. En ser yo misma, en ser auténtica es donde están mis virtudes y mi fuerza. Pueden lograr lo que su mente se proponga, todo es cuestión de ponerle el tiempo y esfuerzo”, puntualizó.