El canto y su belleza vistió con lo mejor de sus galas la magistral ópera “El elixir de amor”, del compositor italiano Gaetano Donizetti, que presentó con rotundo éxito Conarte y el Monterrey Summer Opera Academy, en la Gran Sala del Teatro de la Ciudad.

Dicha ópera, que posee hermosas melodías y un buen libreto, contribuyó al lucimiento de los jóvenes y talentosos cantantes de diversas partes del país seleccionados para formar parte del Monterrey Summer Opera Academy.

Bajo la batuta del Mtro. Felipe Tristán (Director Concertador), la Mtra. Ivet Pérez (Directora de escena), el Mtro. Rafael Blásquez (Productor), el Mtro. Raúl Gutiérrez (Director Coral) y Solistas, Coro y Orquesta del Monterrey Summer Opera Academy, el público disfrutó de un extraordinario montaje de esta ópera cómica, la más conocida y representada del repertorio de Donizetti,

“El elixir de amor”, fue sin duda una verdadera “prueba de fuego” de la cual salieron airosos los jóvenes cantantes Luisa Mordel (Adina), César Delgado (Nemorino), Fernando Cisneros (Belcore), Ricardo Ceballos (Dulcamara) y Maia González (Giannetta).

El público disfrutó de una puesta en escena de excelente nivel, rica en todos los valores artísticos y escénicos.

La tecnología fue un gran aliado de los creadores de este montaje, que a través de un videomaping escénico lograron ambientar la obra y transportar al público a fines del siglo 18.

La historia

Nemorino es un campesino ingenuo, enamorado de Adina, hermosa terrateniente que lo trata con indiferencia. Desesperado, el joven pueblerino se acerca a Dulcamara, falso doctor y vendedor de milagros, quien le vende un “elíxir de amor” con la promesa de que le asegurará el amor de Adina y todas las jóvenes del pueblo. Ésta, para dar celos al joven, anuncia su matrimonio con el sargento Belcore. Durante la boda, Nemorino pretende acelerar los efectos del brebaje mágico –vino de Bordeaux, en realidad– con el dinero obtenido tras enrolarse en el ejército. Repentinamente, Nemorino se ve rodeado de todas las jóvenes del pueblo, Adina incluida, y todos celebran las virtudes del elíxir milagroso.

La obra se logró llevar a escena gracias al apoyo que recibió el Maestro Rafael Blásquez del programa de Estímulo Fiscal a la Creación Artística (EFCA).