A fin de combatir las tomas clandestinas, Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey anunció la implementación de un programa contra aquellos usuarios que están conectados de manera directa o que tienen medidores obsoletos.
Juan Ignacio Barragán Villarreal, Director de AyD, dijo que desde el inicio de la Administración detectaron estas anomalías que son robo hormiga o que dan uso distinto al contratado, tales como clientes consumiendo agua de manera irresponsable por contar con algún tipo de irregularidad en sus medidores, que en muchos de estos casos de corrupción se daban en complicidad con personal de la propia paraestatal, aunque aún no se tiene el número de empleados involucrados.
“El objetivo final es de que el agua no contabilizada, que en total al inicio de la Administración era del orden de 60 por ciento del total del agua producida podamos subirla por lo menos al 75 por ciento mediante la lucha contra el robo del agua, la lucha contra los fraudes y la lucha contra el agua no contabilizada por medidores obsoletos, por supuesto agregando también la lucha contra las fugas», agregó el funcionario.
“Tenemos 18 colonias conectadas de manera directa que nos da aproximadamente 18 mil viviendas, estas son colonias en diferentes zonas de la ciudad. Adicionalmente estimamos alrededor de 200 mil viviendas de personas que están conectadas directo, en su mayoría son colonias populares pero también hay algunas colonias de nivel medio”.
Para detectar a este tipo de usuarios, empleados de la dependencia tendrán que acudir casa por casa para verificar, porque incluso hay gente que tiene conexiones por debajo de las banquetas.
El funcionario estatal declaró además que existen alrededor de 50 edificios multifamiliares o comerciales que están conectados al agua sin contar con factibilidad actualizada de agua, así como 3 mil comercios e industrias con alteraciones en el medidor o conexiones clandestinas.
El titular de AyD mencionó que se tiene además un millón 800 mil metros cúbicos anuales de agua no contabilizada, pero que son usuarios que aunque están conectados de manera formal al sistema, cuentan con medidores obsoletos del año 2000 al 2005.
Aclaró que la vida útil de un medidor es de alrededor de 5 a 6 años, por lo que a partir del quinto año su efectividad comienza a disminuir.
“Un medidor que tiene 20 años probablemente ahorita está contabilizando sólo un 40 por ciento del agua que realmente se consume. Entonces hemos iniciado un proyecto muy importante de adquisición de nuevos medidores, en la licitación de diciembre se adquirieron 192 mil medidores, debemos de hacer una segunda licitación este mismo año para 100 mil medidores adicionales”, indicó.
Agregó que lo que se busca es que en los próximos tres o cuatro años se cambien por lo menos un millón de medidores.
or último, Juan Ignacio Barragán exhortó a la población a continuar haciendo buen uso racional del agua.