Alrededor de 2 millones 237 mil personas tienen deficiencia visual y más de 415 mil 800 personas padecen ceguera, ¿Cómo hacen estas personas para comunicarse con el mundo?
Charles Braille es el creador del sistema alfabético, nacido el 4 de enero de 1809, razón por la que la Unión Mundial de Ciegos convirtieron este fecha en el que se celebraría el día mundial del Braille.
¿Qué es el braille?
El braille, un alfabeto, con el que pueden representarse las letras, los signos de puntuación, los números, la grafía científica, los símbolos matemáticos, la música incluso.
Este consiste en seis puntos en relieve organizados como una matriz de tres filas por dos columnas, que convencionalmente se numeran de arriba a abajo y de izquierda a derecha.
Mediante estos seis puntos se obtienen 64 combinaciones diferentes. La forma de leer el alfabeto Braille es mover la mano de izquierda a derecha pasando por cada línea. En promedio los lectores de Braille pueden leer de 104 a 125 palabras por minuto.
Este sistema precede al formato utilizado en la informática.
Pero tan solo una pequeña parte de los ciegos en México conocen el braille, privándose así de comunicarse con el mundo que les rodea.
Una ciudad que no está hecha para ciegos.
En México la problemática para los invidentes es grande, ante los diversos obstáculos que se les presentan, sobre todo en las ciudades, donde caminar o desarrollarse les representa un gran reto.
Es verdad que existen señalamientos para los invidentes que van desde guías en las banquetas hasta señalamientos en braille en las estaciones de metro y semáforos con sonidos para que puedan cruzar la calle sin ningún problema, también el uso de perros guía o bastones les ayuda.
Sin embargo, todas esas medidas palidecen con las dificultades en la selva de asfalto y sus inseguridades ya que son mas vulnerables a perderse, ser asaltados o comunicarse.
Las medidas para establecer caminos seguros a los invidentes hacen falta en la ciudad, son problemas que se pueden solucionar con la ayuda de las autoridades y la sociedad, las personas invidentes no deciden su condición pero muchas veces nosotros si podemos decidir si ayudar a que tengan una mejor vida diaria.