Monterrey.- En conjunto con representantes de la Agencia Alemana GIZ y de la asociación civil CAMINA, Centro de Estudios de Movilidad Peatonal, supervisaron este sábado el operativo de urbanismo táctico que se desarrolla en la zona Sur de la ciudad a fin de rescatar espacios para los peatones y los ciclistas.
En el cruce de las calles 2 de abril y Palestina en la colonia Roma, la secretaría de Infraestructura Vial municipal, delimitó con recursos propios, la ampliación de banquetas, una ciclovía, y las áreas para que los ciclistas se detengan a hacer el alto en cada esquina.
«Tenemos que poner la infraestructura para que el automovilista empiece a familiarizarse con los elementos geométricos como es la caja de bicis que es ese espacio que se deja antes de la raya de alto para bicicletas, que se acostumbre sin necesidad de un agente de tránsito», expresó el director de Ingeniería Vial de Monterrey, Emmanuel Acevedo Ojeda.
El funcionario municipal detalló que las conclusiones del proyecto se compartirán con el estado, que busca establecer este tipo de vialidades en las zonas estudiantiles como en la Universidad Autónoma de Nuevo León y el Tecnológico de Monterrey.
«Nos ha tocado el reto de cambiar nuestra forma de pensar en la forma en la que diseñamos las intersecciones, hacerlas ahora de escala humana. Antes se daba prioridad al vehículo, ahora con la pirámide vial que pone en la punta al peatón y después al ciclista, todos los diseños viales de la ciudad tienen que ir cambiando», dijo.
«Nosotros como automovilistas tenemos que empezar a tomar conciencia de que en la calle, el que tiene la prioridad es el peatón», aclaró Acevedo Ojeda.
Por su parte, Yazmín Viramontes Fabela, Directora Ejecutiva de la asociación civil CAMINA, explicó que el urbanismo táctico se utiliza para probar proyectos de rediseño vial.
Informó que con este ejercicio, se recuperaron 760 metros cuadrados de espacio para peatones y 560 metros cuadrados para los ciclistas tan solo en el mencionado crucero.
El ejercicio de urbanismo táctico estará midiéndose durante dos semanas, se realizarán encuestas a los usuarios y se vigilará el respeto de las áreas delimitadas por parte de los conductores.
El crucero fue elegido ante los índices de población en los alrededores, que permite observar el funcionamiento del rediseño vial ordenado.
«Los automovilistas toman más velocidad de la que está permitida, este rediseño de calles muestra que sí se puede hacer convivir el peatón, con el ciclista y con el automovilista de una manera más segura», afirmó la directora de CAMINA.