Los estadounidenses Ben S. Bernanke, Douglas W. Diamond y Philip H. Dybvig obtuvieron el Premio Sveriges Riksbank de Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel 2022 otorgado por la Real Academia Sueca de Ciencias.

En un comunicado, la Academia explicó que los laureados “han mejorado significativamente nuestra comprensión del papel de los bancos en la economía, particularmente durante las crisis financieras”.

Señaló que “un hallazgo importante en su investigación es por qué es vital evitar los colapsos bancarios”.

Para que la economía funcione, los ahorros deben canalizarse hacia las inversiones. Sin embargo, aquí hay un conflicto: los ahorradores quieren acceso instantáneo a su dinero en caso de desembolsos inesperados, mientras que las empresas y los propietarios de viviendas necesitan saber que no se verán obligados a pagar sus préstamos antes de tiempo.

El Comité del Nobel detalla que la investigación bancaria moderna aclara por qué tenemos bancos, cómo hacerlos menos vulnerables en las crisis y cómo los colapsos bancarios exacerban las crisis financieras. En ese sentido, los cimientos de esta investigación fueron establecidos por Ben Bernanke, Douglas Diamond y Philip Dybvig a principios de la década de 1980.

“Sus análisis han sido de gran importancia práctica para regular los mercados financieros y hacer frente a las crisis financieras”, apunta.

En su teoría, Diamond y Dybvig muestran cómo los bancos ofrecen una solución óptima a este problema. Al actuar como intermediarios que aceptan depósitos de muchos ahorradores, los bancos pueden permitir que los depositantes accedan a su dinero cuando lo deseen, al mismo tiempo que ofrecen préstamos a largo plazo a los prestatarios.

Sin embargo, su análisis también mostró cómo la combinación de estas dos actividades hace que los bancos sean vulnerables a los rumores sobre su inminente colapso. Si un gran número de ahorradores corren simultáneamente al banco para retirar su dinero, el rumor puede convertirse en una profecía autocumplida: se produce una corrida bancaria y el banco colapsa. Estas dinámicas peligrosas se pueden prevenir si el gobierno proporciona un seguro de depósito y actúa como prestamista de último recurso para los bancos.