Durante los próximos seis meses, el crecimiento económico del País podría verse afectado por la inseguridad pública, las presiones inflacionarias, los problemas de falta de Estado de Derecho y la incertidumbre política interna, así lo aseguran especialistas en economía del sector privado consultados por Banco de México (Banxico).

Ante dichos sucesos, los analistas ajustaron al alza su expectativa de inflación general anual para fin de año de 7.80 a 8.13 por ciento, mientras que para cierre de 2023 también la elevó de 4.50 a 4.66 por ciento.

En cuanto a la inflación subyacente se prevé que cierre el año en una tasa de 7.67 por ciento anual, 59 puntos base más que la estimación previa de 7.08 por ciento.

Únicamente para el mes de agosto se estimó una inflación mensual del 0.72 por ciento, por lo que la tasa de inflación general anual se ubicaría por encima del 8 por ciento anual. Por su parte, INEGI dará a conocer los datos del INPC (Índice Nacional de Precios del Consumidor) el próximo 8 de septiembre.

En cuanto al Producto Interno Bruto (PIB) los especialistas mejoraron la estimación de 1.80 a 1.90 por ciento, sin embargo aún se contrapone con las estimaciones del 2 por ciento o más que instituciones como la Secretaría de Hacienda y el Fondo Monetario Internacional mantienen.

La expectativa de crecimiento del PIB para el 2023 se recortó de 1.60 a 1.36 por ciento.

Banxico, durante el Informe Trimestral abril-junio, mantuvo su escenario central de trayectoria en 2.2 por ciento para 2022, pero su expectativa disminuyó para el próximo año de 2.4 a 1.6 por ciento.

Debido al entorno de incertidumbre, no se puede descartar la posibilidad de que los efectos de choques contra la inflación tengan una mayor duración a la estimada, que se agudicen o que ocurran nuevos choques que la alcen.